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NARRA CALLE

Ahora tendré que remediar algo que causó mi desconfianza, no sé cómo haré, pero lo mejor será darle un tiempo por más que no quiera, tampoco creo que lo que le hice sea algo fácil de perdonar. Sebas tuvo razón aquella vez, en decir que ella era demasiado para mí, me quedaría grande, y muy grande a decir verdad. Tantas veces que se preocupó por mí, y yo nunca lo hice, tantas sorpresas y regalos que nunca le devolví, tantas palabras y gestos, que lo más seguro es que nunca correspondí con la misma intensidad, lo único de lo que sí tenía certeza, era del amor que le tengo, sin ella no soy nadie, y apenas llevo minutos de haberla cagado, y ya la quería a mi lado, desear que nada de eso hubiera sucedido, pero la realidad era muy distinta, lamentablemente. ¿Por qué putas eres así Daniela? No solo ella me confirmó infinitas veces cuanto me amaba (porque ya no estoy segura de eso), sino que nuestrxs amigxs aun conociéndola a la perfección, eran capaces de afirmar lo mismo. Al parecer los pensamientos e ideas que siempre tuve sobre ella, nunca lograron irse del todo, su apariencia me seguía engañando por más que conmigo se mostrara tal y como era. Creo que mis amigxs están odiándome, si es que no me quieren matar. Sabía que las lágrimas caían sin parar por mis mejillas, pero allí no estaba ella para limpiarlas, y mucho menos para abrazarme, quería escuchar así fuera su voz, con eso sería más que feliz en este justo instante.

Estaba muy perdida de la realidad, sabía que lxs demás estaban hablando, pero ni siquiera escuchaba sus voces, solo escuchaba mi voz interior castigándome por lo que hice, no sabía hasta cuando las cosas estarían así, pero entre más me demore en buscarla, más me demoraré en tenerla de vuelta.

Justo en eso tocan la puerta, volviéndome a traer a la realidad. Thomas se paró para abrir, y allí estaba ella, arreglada y maquillada, más hermosa de lo normal, en mi mente solo deseaba que estuviera ahí parada buscándome a mí, pero tristemente no era así.

-Hola Thomy, ¿Sebas sigue aquí?-Preguntó evitando mi mirada.

-Sí, ven pasa-Dijo Thomas abriendo totalmente la puerta.

-No quiero, ¿Lo puedes llamar?-Dijo levantando la vista por primera vez hacia mí.

-SEBAS-Gritó su mejor amigo.

Siguieron hablando entre ellxs, y a lo único que le presté atención fue a lo último que ella dijo.

-Por favor, ve y cámbiate, vamos a una fiesta-Dijo ella haciendo pucheros.

-No lo sé, sabes muy bien lo que pasó el viernes, y no quiero que se repita-Dijo él, y yo sabía muy bien a lo que se refería.

-Eso es lo que menos me importa en estos momentos-Auch, su respuesta había dolido demasiado, incluso más que lo que le dijo a Thomas el día que nos volvimos novias "Quisiera decírtelo, pero no es una historia con un final feliz como la tuya. Osea la quiero, o incluso la amo, pero fui una idiota al pensar que me iba a corresponder. Todo pasó demasiado rápido, y no entiendo cómo me enamoré de ella, pero ya la debería empezar a olvidar, eso no tuvo un inicio, pero al parecer si va a tener un puto final". Mierda Daniela, ahora si lo perdiste todo, tu padre nunca está en casa contigo, tu madre te quiere lejos de tu "Novia", y ni siquiera te da ese amor que tanto necesitas, y Poché, ella te botó por tu puta culpa, porque nunca fuiste capaz de confiar plenamente en ella, y eso era lo único que te pidió desde el inicio.

-Está bien, ¿Pero me acompañas a casa?-Preguntó Sebastián.

-Sí, vamos-Le dijo a él-Adiós chicxs-Dijo despidiéndose claramente de lxs demás, porque a mí me miró con cara de quererme asesinar- Por cierto, gracias por dejarme una puta marca en mi mejilla, casi me echan de casa por tu culpa, al menos el maquillaje lo cubrió-Dijo demasiado enojada refiriéndose a mí-Idiota-Esto lo susurró, pero su intención era que yo alcanzara a escuchar.

Ella... Y Tal Vez Un Nosotras ~CACHÉ |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora