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MARATÓN 8/?

NARRA CALLE

Luego de que el papá de Poché nos recogiera en el aeropuerto, decidí quedarme en mi casa, pues mi novia se había quedado dormida y no quería incomodar a su familia, además de que me daba pena estar sola con ellxs.

Cuando entré a casa, se sentía ese vacío que siempre ha existido ahí, es una casa muy grande para mi gusto, más si vivo yo sola prácticamente, pero no tenía otra opción, lo único que podía hacer era irme a vivir con mi madre a la ciudad en la que reside o seguirme acostumbrando a esta soledad. A veces me pongo a pensar en por qué decidí quedarme con mi padre si él por lo general tiene viajes muy extensos de trabajo y nunca me llamaba, pues siempre me dejaba demasiado dinero y creía que con eso se libraba de preocuparse por mí, me arrepiento de no haberme ido con mi mamá, puede que mi vida hubiera sido notablemente mejor, pero ya no podía cambiar las cosas, aunque si le llamaba, tal vez todavía esté a tiempo de cambiar todo esto. Mierda, pero esto no era tan fácil, si tomaba esa decisión, perdería a Poché, y ella es la única que me entiende, la única que me ama de esa manera tan extraña pero bonita como ella lo hace, ella lo es todo para mí en estos momentos, mi felicidad es ella, pero cuando no está a mi lado, me pierdo, mi vida da un vuelco de 180 grados y vuelven los vacíos a mi vida, como en estos momentos.

Estaba sentada en el asiento del copiloto en el auto de Poché, la tenía sobre mis piernas, la sujetaba fuertemente, quería tener un pequeño para siempre en ese momento, un abrazo era lo que más necesitaba, y solo los que ella daba servían de cura.

-¿Te parece si nos quedamos y me dejas cuidarte?-Me preguntó a la vez que acariciaba las mejillas.

-Sí, por favor-Dije cerrando los ojos inconscientemente ante su tacto.

-Déjame estacionar bien mi auto, y nos quedamos, hoy serás mi bebé-Dijo devolviéndose a su asiento.

-Pensé que ya era tu bebé-Dije con fingida tristeza.

-Siempre lo has sido, eres y serás. Solo que hoy te cuidaré como a una niña pequeña-Dijo dibujando una sonrisa con sus labios.

-Gracias-Dije entrelazando su mano con la mía.

-¿Por qué?-Dijo haciendo una cara de confusión.

-Por hacer esto por mí, por quedarte a mi lado, por hacer mejores mis días, me diste amor, cosa que nadie nunca había hecho, por sorprenderme y enamorarme cada vez más, gracias por haberte cruzado en mi camino.

-Lo hago porque simplemente te amo, no me agradezcas, porque eso mismo haces tú conmigo, yo solo trato de hacer lo mismo contigo, intento hacer lo posible para que te quedes un rato más en mi vida, y con "Rato" me refiero a que quiero intentar tenerte todos los días que restan de mi existencia.

Luego de estacionara su auto, nos dirigimos a mi habitación, Poché como siempre me abrazaba por detrás, esos abrazos eran los que más me encantaban. Después, estábamos en mi cama, su cuerpo estaba recostado en el espaldar de la misma, y yo estaba acostada en sus piernas, mientras que acariciaba mi cabello y de vez en cuando mi cara. No hablamos, y no hacía falta, su mirada puesta sobre la mía, una sonrisa en sus labios y las expresiones que hacía, era la mejor vista que podía pedir, su sola presencia calmaba todos mis miedos, llenaba mis vacíos, me hacía perder de la realidad.

-Te amo Daniela-Dijo y se inclinó para dejar un beso en mi frente, luego uno en mi nariz, y finalizó con uno más prolongado en mis labios.

-Yo te amo a ti Poché.

-Se nota que no dormiste bien anoche, duerme y descansa un rato-Dijo acariciando nuevamente mis mejillas.

-¿Pero te vas a queda?

-Sí, aquí estaré para cuando despiertes, pero duerme sobre mis piernas, me encanta acariciar tu cabello-Y así fue, me quedé dormida en esa posición.

NARRA POCHÉ

Calle se quedó dormida sobre mis piernas, así que aproveché y revisé mis redes sociales, no había nada interesante, tampoco podía hacer algo, así que decidí hacer lo mismo que mi novia, dormir, recargué mi cabeza totalmente en el espaldar de su cama, y a pesar de que no era una posición muy cómoda, allí caí rendida.

Cuando desperté, ya no estaba en esa posición, y Calle no estaba en mis piernas, sino que estaba a mi lado, y yo estaba acostada normal, mi espalda pegaba con el cuerpo de mi novia y una de sus manos estaba en mi abdomen, puse la mía sobre esta, y ella me pegó completamente a su pecho, sentía su liviana respiración golpear en mi espalda, y así la pasamos aproximadamente otras dos horas, hasta la hora del almuerzo, pues las dos teníamos hambre y pediríamos algo para comer.

Decidimos pedir comida italiana que demoró casi 40 minutos en llegar, nos sentamos en el comedor, Calle en frente mío y nuestras manos permanecían entrelazadas sobre la mesa.

-¿Ahora si me vas a decir que pasó?-Pregunté.

-Sí-Suspiró y antes de que pudiera seguir hablando, el timbre de su celular la interrumpió.

☾@SOMEONE1912☽

Ella... Y Tal Vez Un Nosotras ~CACHÉ |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora