5. El Colegio de Magia y Hechicería.

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Los tres niños junto al resto de los estudiantes, bajan del Expreso de Hogwarts.
Jenna sintió mucho frío y tuvo que rodearse con los brazos. Estaba todo oscuro y húmedo, fue entonces cuando vieron una lámpara acercándose a ellos por encima de sus cabezas. Jenna ahogó una exclamación llevándose las manos a la boca ya que, ante ellos, apareció un enorme hombre con una mata de pelo entrecano llevando un gran abrigo de pelo cubriéndolo.
Los llamó con una voz que los sobresaltó.

-¡Los de Primer año, por aquí! (comenzó a gritar) ¡Los de Primer año, por aquí!

El enorme hombre se fija entonces en Albus y una sonrisa amable se dibujó en su peludo rostro.

-¡Al! (muy contento) ¿Todo bien, muchacho?

-Albus: Hola, Hagrid (tímido).

Jenna miraba al enorme hombre llamado Hagrid con la boca abierta. La niña se percata de su propia expresión y se ruborizó tratando de recomponerse.

Rose, seguida de otra niña pelirroja con anteojos, salen de entre la multitud y abrazan a Hagrid con mucho cariño.

-Rose: ¡Hagrid!

-¡Hola!

-Hagrid: ¡Niñas! Hola (sonriente).

Otro niño bastante guapo, con gafas redondas y cabello cobrizo, se acerca a Hagrid junto a otro niño que era alto y pelirrojo. Ambos lo saludan muy animadamente.

-Hagrid: ¡James! !Fred! ¿Qué tal el verano?

-Fred: Aburrido (hace una mueca).

-James: Pudo estar mejor (se encoge de hombros sonriente).

-Hagrid: ¿Se portaran bien este año? (los mira entrecerrando los ojos)

-James: No.

-Fred: Tal vez.

Responden casi a la vez.
Ambos niños rieron divertidos; Hagrid negó con la cabeza algo resignado.

-Hagrid: Procuren al menos no entrar ésta vez al Bosque Prohibido. ¡Está prohibido!

-James: No prometemos nada, Hagrid (con una sonrisa traviesa). ¡Adiós!

-Fred: ¡Nos vemos en el castigo! Digo... ¡En el Castillo! (se despidió con un ademán)

Corren riendo alejándose del gran hombre.

-Hagrid: ¿Qué? ¡Esperen...! Ah... (suspira) Estos niños me matarán pronto.

La hermosa prima de Albus, Victoire, también se acerca a abrazar a Hagrid. Se despiden y la chica camina en dirección opuesta, junto al resto de los alumnos.

-Hagrid: Muy bien, ¡los de Primer año, síganme!

Siguieron entonces a Hagrid por un sendero aún más oscuro y estrecho, que solo era iluminado por su gran lámpara; estaba resbaloso y no podían ver nada.

-Hagrid: ¡Con cuidado!

El estrecho sendero se abrió ante ellos mostrando el borde de un gran lago que reflejaba la enorme luna sobre ellos, y en la punta de una alta montaña, al otro lado del lago, había un impresionante Castillo con sus cientos de ventanas brillando bajo el cielo estrellado. A su derecha, sobre la orilla del lago, había una hilera de botecitos esperando ser abordados.

-Hagrid: ¡No más de cuatro por bote!

Albus, Scorpius y Jenna suben a uno, junto a otra niña muy pequeña de cabello rojo oscuro y aspecto asustado, a la cual Albus ayudó a subir.

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