43. Corazones Rotos y Algo Divertido.

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Kreacher les preparó una deliciosa cena esa noche y los cinco Potter junto a Jenna se sentaron a comer.

Harry, Ginny y Lily interrogaban a Jenna interesados preguntando muchas cosas sobre ella, su familia y el mundo Muggle. El señor Potter recordaba sin mucha ilusión su tiempo en ese mundo; y Albus, irritado, ponía los ojos en blanco. James, por su parte, no le quitaba la mirada de encima a Jenna; y ésta se sentía muy incómoda por ello.

Hablaron del regreso a Hogwarts y de Quidditch. Jenna se enteró de que la señora Ginny ahora era la encargada de la sección deportiva del Diario El Profeta, habiendo jugado en su juventud en un famoso equipo de Quidditch constituido solo por mujeres, Las Arpías de Holyhead. Por su parte, el señor Harry, había sido el mejor Buscador en el equipo de Gryffindor de su época. Lily, a pesar de ser aparentemente muy buena en la escoba, no se mostraba tan interesada en el Quidditch; aunque James insistía en que podía entrar al equipo. Albus ponía los ojos en blanco una y otra vez. Ahora Jenna entendía el desprecio que Albus sentía hacia el deporte, contando el hecho de que no era nada bueno en éste tampoco.

Después de la cena, se ducharon. La casa era cálida a pesar del invierno y Jenna se colocó el sueter Weasley color verde de Albus y un pantalón de pijama; y junto a su amigo, se sentaron en la sala nuevamente. Ambos estaban en silencio; Jenna tarareaba mientras jugaba distraídamente con el cabello de Albus, y éste se hallaba sumido en un ensueño; disfrutaba de la sensación de los delicados dedos de la chica enredándose con suavidad en su desordenado cabello y el cosquilleo que ésto le provocaba también en el estómago.

-Jenna: Es un gallardo principe...♪ Oye, me gusta tu cabello (dijo de pronto).

Albus se sobresalta un poco ante el comentario, abriendo los ojos de golpe, los cuales había cerrado sin darse cuenta y sintió su corazón emocionarse de pronto; iba a responder, pero Jenna continuó hablando.

-Jenna: Albus... ¿por qué no me llamas "Jen"?

-Albus: ¿Qué?

-Jenna: Recuerdo que hace tiempo me pediste llamarme así, pero nunca me has llamado "Jen".

Albus lo piensa un momento, el jugueteo de su amiga con su cabello no le deja concentrarse.

-Albus: Pues es porque... me gusta tu nombre, Jenna («... aunque no solo tu nombre» pensó).

-Jenna: (Sonríe enternecida) Eso es muy dulce, a mí también me gusta más tu nombre completo.

Albus sonríe a su vez, mordiendo su labio inferior, con sus ojos cerrados y sus pensamientos perdiéndose nuevamente.

-Albus: Es bueno saberlo.

Se sumen en un silencio, pero Jenna vuelve a romperlo.

-Jenna: ¿Sabes? Ver a Scorpius así me rompió el corazón (con mirada triste).

El chico vuelve a abrir los ojos y su mirada se torna también triste.

-Albus: Nuestro pobre Scorpius (mira de reojo a su amiga). Te imaginaba llorando desconsolada, Jenna. Pensé que eras más sensible.

Jenna no respondió de inmediato y Albus pensó en las palabras que acababa de decir y que tal vez Jenna se sentiría ofendida, pero ésta soltó entonces una risita.

-Jenna: No me gusta llorar delante de nadie (sonrió).

Albus también le sonrió con dulzura y desvió la mirada.

-Jenna: Albus... (con tímidez)

-Albus: ¿Sí? (aún sonriendo)

-Jenna: Eres mi mejor amigo, ¿lo sabes? Me tratas bien, te preocupas por mí, tu familia me quiere, realmente me hacen muy feliz, Albus. Por eso y por muchas cosas más que ahora no se me ocurren, confío en ti (con emoción).

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