96. ¿Quién Convencerá a Quién?

762 55 55
                                    

20 de Noviembre de 2020.
Hora: 10:04am.

Jenna llega a su clase de Encantamientos con los Gryffindor. Habían pasado un par de semanas desde que los chicos habían retornado definitivamente a Hogwarts y poco a poco le estaban agarrando el ritmo al nuevo curso.

La chica entra un poco más tarde de lo normal al aula y encuentra su puesto de siempre ocupado por Alan Peakes y Levi Miller, ambos de Gryffindor. Jenna los mira algo irritada, no se hallaba de muy buen humor y decidió no molestarse más pidiéndoles que se cambiaran; miró a su alrededor buscando un puesto que ocupar y para su gran sorpresa había un asiento vacío junto a una melena pelirroja que casi se tragaba un libro. «¡Rose!» pensó Jenna alzando las cejas con impresión.

Rose era muy popular y era extraño que no estuviera rodeada de chicas charlando animadas o de su prima Molly. Jenna miró unos puestos más atrás y vió a Molly Weasley sentada junto a Daniel Thomas, «Que raro...» pensó mordiendo el interior de su mejilla y se debatió por un minuto si debía o no sentarse con Rose, recordando la promesa que le había hecho a Scorpius sobre hacerse amiga de la pelirroja.

Jenna miró otros asientos hacia atrás y había otro puesto vacío junto a Lysander, quien hacía anotaciones en una pequeña libreta. Jenna sonrió levemente; Peakes y Miller le habían robado también el asiento a él, ya que ese era el lugar que Lysander y Jenna acostumbraban a ocupar juntos. Ambos detestaban sentarse en los puestos de atrás, pero Lysander era demasiado amable como para pedirles que se cambiaran.

Cuando Jenna se decidió a tomar asiento junto a su amigo de Hufflepuff, sintió como alguien pasaba junto a ella y le tropezaba el hombro. Jenna giró algo molesta y vió que quien la había golpeado había sido Polly Chapman; ésta pasó corriendo y ocupó el asiento junto a Lysander, el cual la miró un poco extrañado, pero guardó silencio y continuó con sus anotaciones. Jenna miró a Polly ceñuda, pero la chica no lo notó.

No le quedaba otra opción a Jenna y, soltando un pequeño gruñido, caminó hacia donde estaba Rose.

-Jenna: Disculpa... (trata de llamar su atención. Carraspea) ¿Rose?

Rose se sobresalta un poco y levanta la cabeza.

-Jenna: Lo siento (hace una mueca). Hola.

Rose no contesta.

-Jenna: (Duda un momento) ¿Está ocupado ese asiento junto a ti?

Jenna sabía que no; toda la clase ya estaba completa, pero por educación, debía preguntar. Rose se le quedó mirando y fue como si de pronto reaccionara.

-Rose: (Niega con la cabeza) No... No, claro que no. Puedes sentarte si quieres, no hay problema. Siéntate.

-Jenna: Gracias (toma asiento, algo incómoda).

Miró de reojo a Rose. El profesor Flitwick no había llegado y el silencio entre ellas era cada vez más incómodo. Tamborileó los dedos en la mesa un poco y volvió a mirar de reojo a Rose, quien seguía sumergida en su libro. Aunque Jenna notó algo: Los ojos de ella no se movían. «No está leyendo realmente» pensó curiosa. Había prometido a su amigo Scorpius ayudarlo con esa chica, haría lo que sea por él; así que decidió dar el primer paso.

-Jenna: Y... ¿Cómo estás, Rose? (sonríe amable)

Rose estaba algo distraída, pero reaccionó cuando Jenna le habló.

-Rose: Estoy... bien, Esparza. ¿Y tú?

-Jenna: Puedes decirme Jenna, o Jen... Como prefieras (le vuelve a sonreír). Y estoy muy bien. Algo perdida todavía, pero dispuesta a ponerme al día con todo.

EL LEGADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora