59. El Ministerio de Magia.

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-El Ministerio de Magia les desea un buen día (dijo la voz gélida).

Al llegar la cabina telefónica a su destino, los chicos se hallaban con la boca abierta al contemplar la vista que tenían de frente. Se encontraban de pie ante un amplio y muy largo pasillo, espléndido y elegante, con un muy pulido suelo de madera oscura. Albus sonrió divertido por la expresión de los otros; ya él había estado con anterioridad en el Ministerio de Magia con su padre.

El techo era de un azul eléctrico con incrustaciones de brillantes símbolos color oro que estaban continuamente cambiando y en movimiento, como un enorme tablón de anuncios en el cielo; las paredes de cada lado eran paneles de madera oscura y brillante con muchas chimeneas doradas fijadas en ellos. Cada pocos segundos un mago o bruja salía de una de las chimeneas del lado izquierdo; y en las chimeneas del lado derecho se hacían colas cortas de magos que se formaban ante cada chimenea, esperando para salir; otras brujas y magos simplemente se Aparecían, como hace un rato ellos acababan de hacerlos.

-D/Hermione: ¡Uau!

-A/Ron: Disimulen un poco su asombro, se les va a salir la baba y se verán más sospechosos.

-S/Harry: Lo siento (trata de recomponerse).

-J/Ginny: No puedo evitarlo (embobada).

-A/Ron: (Nervioso) Estamos en el Atrio. Síganme por aquí.

El Atrio, era un área de recepción que servía para dar la bienvenida a los visitantes al Ministerio de Magia. Mientras cruzaban el amplio y largo pasillo siguiendo a Albus; muchos magos y brujas, posiblemente trabajadores del Ministerio, les saludaban o les dedicaban una leve inclinación de cabeza a los chicos.

Hacia la mitad del vestíbulo, contemplaron una enorme fuente con figuras doradas. A Jenna, Scorpius y Delphi se le iban a salir los ojos admirándola.

-S/Harry: Es la Nueva Fuente de la Hermandad Mágica.

-J/Ginny: ¿Hermandad? (susurró embobada)

Una mago, una bruja y un elfo doméstico tomados de la mano mirando hacia el cielo; el mago y la bruja alzaban sus varitas en alto; y al lado de cada uno un Centauro y un Duende también mirando hacia el cielo. De la punta de las varitas, de las orejas del elfo doméstico, del sombrero del Duende y de la flecha del arco del Centauro salían chorros de agua que caían suavemente en el fondo de la fuente.

Al pasarla siguiendo el camino hasta unas puertas doradas, se detuvieron ante un mago que trabajaba en la seguridad, el cual era quien registraba a los visitantes; éste al ver a quienes creía que eran la Ministra de Magia y el jefe de Seguridad Mágica junto a sus también famosos esposos, se levantó apresurado e hizo una exagerada reverencia ante los cuatro y les deseó un buen día.

Terminaron de llegar a un vestíbulo más pequeño donde habían al menos veinte ascensores con rejas doradas.

-J/Ginny: Si estamos en el Atrio significa que estamos en la octava planta, ¿no? (les susurró)

-A/Ron: Sí, la Oficina de la tia Hermione está en la primera planta. Vamos rápido.

Y se adentraron a uno de los dorados ascensores. Comenzaron a subir.

-Séptima planta. Departamento de Deportes y Juegos Mágicos.

La gélida voz femenina los sobresaltó un poco. Siguen subiendo.

-Sexta Planta. Departamento de Transporte Mágico.

Gente entraba y salía de los ascensores, saludando a los cuatro chicos. Avioncitos de papel color violeta entraban y salían de la misma forma volando en cada piso.

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