EL LEGADO

57. Residencia de Ancianos San Oswald para Magos y Brujas.

Residencia de Ancianos San Oswald para Magos y Brujas.

Los tres chicos entran a la Residencia de Ancianos San Oswald para Magos y Brujas; una completa maravilla. Dentro, reina el caos. Los andadores cobran vida, bolas de lana encantadas vuelan a su antojo y los enfermeros bailan tango entreteniendo a los ancianos.
Las brujas y magos residenciados, son liberados de tener que hacer magia con algún fin; ahora solo lo hacen por diversión. Los tres chicos entran, muy sorprendidos, divertidos y un poco asustados miran a su alrededor.

-Jenna: Buenos días (algo tímida).

Nadie la escucha.

-Scorpius: ¡Disculpen, alguien...!

Siguen sin escucharlos.

-Albus: ¡DISCULPEN! (irritado)

-Scorpius: Vaya, este sitio sí que es una locura.

-Jenna: ¿Qué se supone que buscamos aquí?

-Albus: ¡¿Podrían decirnos dónde podemos encontrar a Amos Diggory?! (impaciente)

Todo queda en silencio. La algarabía desaparece, y una bruja muy anciana se dirige a ellos:

-¿Quién busca a ese viejo desgraciado?

-¿Albus?

Los tres chicos se vuelven. Parada frente a ellos se hallaba una chica muy linda, contemplando a Albus con una radiante sonrisa. Era de unos veintitantos años, con cabello plateado y azul, grandes ojos negros y párpados caídos. Se acerca hasta ellos rebozando energía.

-¡Albus! (emocionada) ¡Has venido! ¡Fantástico! ¿Viniste a ver a Amos? Ven, ven a saludarlo.

Scorpius y Jenna observan sin comprender.

-Albus: Hola, Delphi (algo tímido). Vengan chicos (le dice a sus amigos).

Albus sigue a la chica llamada Delphi. Scorpius y Jenna se miran entre sí; el primero se encoge de hombros y la segunda hace una mueca. Alcanzan entonces a Albus.

-Scorpius: ¿Quién es ella? (le susurra curioso a Albus)

-Albus: Se llama Delphini Diggory, es sobrina de Amos (susurra).

-Jenna: ¿Se conocen de hace mucho? (susurra con una ceja alzada)

-Albus: Desde el verano. Cuando Amos fue a hablar con mi padre.

-Delphi: Por aquí, chicos (les sonríe).

Y entran a una habitación aislada y bastante triste comparada con el ambiente de afuera. Encuentran al viejo Amos Diggory, sentado en su silla de ruedas.
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Tras unos minutos, Albus le explica a Amos el motivo de su inesperada visita.
El anciano, bastante molesto, observa atentamente a Albus, Scorpius y Jenna. Delphi a su vez, los mira a los cuatro.

-Amos.D: A ver si entendí bien: Oyes una conversación... (le dice a Albus, ceñudo) Una conversación que no deberías oír. Y decides, sin que nadie te invite... Es más, sin que nadie te dé permiso... Decides entrometerte, hasta el fondo, en un asunto que no es tuyo (muy molesto).

Jenna y Scorpius están paralizados; miran de Albus al viejo Amos con atención.

-Albus: ¡Mi padre le mintió! Estoy seguro... (desesperado) ¡Tiene un giratiempos!

-Amos.D: Ya eso lo sé. ¡Ahora pueden largarse! (furioso).

-Albus: ¿Qué? ¡No! ¡Venimos a ayudar!