93. Ninguna Lágrima.

772 47 36
                                    

Ni Albus ni Scorpius querían mirar a Delphi cuando fue entregada a los Aurores en el Ministerio de Magia para ser llevada a Azkaban.

Jenna sí la miró; Delphi se notaba trastornada, su mirada estaba ausente y murmuraba cosas incomprensibles. La mujer, fijó su vista por un momento en los chicos. Luego miró a Harry Potter quien se encontraba dictando instrucciones a los Aurores; Delphi frunció el ceño al verlo y dejó de murmurar. Por último, posó su mirada en Jenna, y entonces sonrió y le guiñó un ojo; la chica desvió inmediatamente la mirada.

-Harry: Encárgate de todo, Dennis. Y por favor, localiza a Teddy y dile que necesito verlo lo antes posible en mi Oficina. Por ahora llevaré a los niños de vuelta a Hogwarts.

-Dennis.C: Como tú digas, Harry.

Y sin decir más palabra, cada quien se dirigió por caminos diferentes. Los tres chicos irían de vuelta a su vida, dentro de Hogwarts; y Delphi iría al final de la suya, dentro de Azkaban.
                      _…_…_

Ya acercándose la noche, Albus, Jenna y Scorpius llegaron a Hogwarts.

La Directora los recibió extrañamente contenta, casi al borde del llanto por tanta emoción. El castigo anterior de los chicos no fue retirado, pero fueron recompensados con 70 puntos a cada uno por su valor.

-P.McGonagall: Pueden ir a descansar un poco (se notaba cansada). Mañana mismo irán conmigo al callejón Diagon a comprar varitas nuevas, a primera hora los quiero ver aquí.

-Albus, Scorpius y Jenna: Sí, profesora.

Y se retiran.

Los chicos caminan por el primer piso rumbo a las escaleras. Albus y Scorpius conversan animados; Jenna va un pasó atrás en silencio.

-Scorpius: Y gracias a un señor Muggle muy curioso y amable logramos saber en qué año estabamos (sonríe).

-Albus: Pero fue gracias a mi increíble ingenio y gran astucia que logramos hacerle saber a nuestros padres dónde estábamos (sonríe con suficiencia alzando el mentón).

-Scorpius: ¿Y tú, Jen? ¿Qué tácticas ideaste para resistir a Delphi? (voltea y mira a su amiga muy animado)

Jenna estaba un poco distraída; miró a Scorpius, quien la miraba de vuelta y supo que éste le había hecho una pregunta. Al no contestar, Albus también la mira.

-Jenna: ¡Ah! (reacciona) Lo siento, Scorpius... No le presté atención a la pregunta (hace una mueca).

Scorpius iba a hablar, pero Albus lo interrumpe.

-Albus: Estás muy callada, Jenna, ¿estás bien? (preocupado)

-Jenna: (Le sonríe con dulzura, aunque la sonrisa no le alcanza a los ojos) Estoy bien, muy cansada, pero bien. Y emocionada de que por fin estemos a salvo. Estuvieron brillantes allá... Yo no fui de mucha ayuda (se encoge de hombros).

-Scorpius: Siempre eres de ayuda, Jen (la anima y le sonríe).

-Albus: Así es (aún la mira con preocupación).

Llegan a las escalera, los dos chicos se disponen a bajar, pero Jenna no.

-Albus: ¿No irás a tu Sala Común? (la mira curioso)

-Jenna: (Niega con la cabeza) Los veré en el Gran Comedor. Muero de hambre.

-Scorpius: (Ríe) Yo igual. Nos vemos allá.

Jenna les sonríe, se da la vuelta y va a otra escalera; comienza a subir. Scorpius comienza a bajar, pero Albus no se mueve, está inmóvil mirando la dirección por la que Jenna se había ido.

-Scorpius: ¿Albus? (llama su atención)

-Albus: Me preguntaste desde cuándo...

-Scorpius: ¿Qué? (no entiende)

-Albus: Desde el primer instante en que la vi, en el Expreso de Hogwarts, y me sonrió (aún mirando en su dirección).

-Scorpius: Ah (comprende y coloca una mano en el hombro de su amigo). ¿Estás bien?

-Albus: (Mira a Scorpius) Mientras pueda verla siempre feliz.

-Scorpius: (Lo mira con ternura) Eres mi héroe, amigo.

-Albus: Cállate (sonríe).

Y comienzan a bajar.
                       _…_…_

Jenna entra al baño clausurado de chicas del segundo piso. Ahí encontró a Myrtle la Llorona, flotando de aquí para allá sollozando. El fantasma de la niña se sobresaltó un poco al ver a Jenna.

-Jenna: Hola, Myrtle.

-Myrtle: Hola, Jen (se sorbe la nariz). Cuánto tiempo sin verte. ¿Has venido a platicar?

Jenna niega con la cabeza. Se adentra en el baño y se dirige al retrete vecino del de Myrtle la Llorona.

-Myrtle: Oh... (entiende) Entonces has venido a llorar (sonríe triste y la sigue).

Jenna entra al cubículo del retrete y se sienta en el sanitario, se cubre el rostro con sus manos y sin más, rompe a llorar.

-Myrtle: (Le acaricia la espalda, consolándola) Está bien. Llorar está bien.

-Jenna: He sido... una carga (entre sollozos). Solo... estorbo. Casi mueren por... mi culpa.

-Myrtle: Pero aún viven (con voz dulce). Todo está bien. Mientras hay vida, hay esperanza. Todo estará bien ahora.

                       _…_…_

Esa noche, se reunieron en el Gran Comedor. Éste no estaba decorado con las calabazas, velas y murciélagos revoloteantes típicos de la fecha; sino con estandartes negros. Y en lugar de celebrar la acostumbrada cena de Halloween, realizaron una cena especial en memoria de Craig Bowker Jr.

La Directora McGonagall dedicó unas palabras en su honor. Había sido una muerte injusta, pero la responsable ya estaba en Azkaban, y ahí lo pagaría.

Aunque los tres chicos estaban hambrientos, recordar lo que le había pasado a su compañero les quitaba el apetito, pero estaban tranquilos sabiendo que ya Delphi no le haría daño a nadie más.

-Albus: Tenía razón... (susurra)

-Scorpius: ¿Ah? (mira a su amigo)

-Albus: La profesora de Adivinación tenía razón... El augurio de muerte.

El rostro de Scorpius se ensombrece más y vuelve a fijar su vista en la Directora, mientras ésta daba su discurso. Muchos alumnos sollozaban a su alrededor, otros solo guardan silencio con ceremonioso respeto.

Albus mira hacia Jenna; ella, desde la mesa de Hufflepuff, contemplaba inexpresiva a la Directora. La chica no derramaba ninguna lágrima, nunca delante de nadie.

_…_…_…_…_…_…_…_…_…_…_…_













……………
Detesto cuando las protagonistas se ponen de dramáticas, pero la pobre Jenna no ha llorado en todo el libro. Debía desahogarse un poco después de pasar por tanto.

Nadie en el mundo es tan fuerte como para poder contener por mucho tiempo una lágrima.

EL LEGADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora