91. Frente a Lord Voldemort.

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Las horas pasaban, la cabeza de Jenna le dolía de tanto pensar. Se sentía inútil y angustiada; ya no sentía sueño y había olvidado que tenía hambre. «¿Qué debo hacer?»
Había anochecido de nuevo, volvía a hacer frío, y la ansiedad y el pánico se apoderaba cada vez más de ella.

Delphi llegó; sonreía, había llegada el momento.

Ya entrada la noche, ató a Jenna nuevamente y se la llevó a rastras, amenazándola con matarla si hacía algún ruido; ya esas amenazas no asustaban tanto a Jenna. 

Al alejarse del bosque se adentraron a un pequeño y bonito pueblo. Jenna sabía ya donde hallaban, si de verdad se dirigían al lugar donde habían matado a los abuelos de Albus, solo podían estar en el Valle de Godric. Habían chalets a ambos lados del angosto camino, todos muy lindos y decorados con motivos de Halloween; a esas horas todo se encontraba desierto. Un pueblo habitado por antiguas familias de magos; actualmente no era así, pero claro, no estaban en la actualidad, sino en 1981.

Pasaron frente a un antiguo cementerio, el cual Jenna había leído que se encontraba embrujado. Delphi arrastraba a la chica sigilosamente por la angosta calle, y ésta contemplaba todo con admiración, nadie habría dicho que estaba secuestrada y mucho menos que se dirigían al encuentro del Mago Oscuro más maligno de todos los tiempos.

Más adelante, a cierta distancia, el brillo de algunos faroles dorados indicaba el centro del pueblo. Se acercaron ahí. Delphi arrastró a Jenna a un estrecho callejón entre dos chalets; se asomó y Delphi logró ver una silueta negra. Jenna estaba asustada y pudo ver la emoción crecer en la mujer; ésta toma a Jenna y lentamente se acercan a la figura. Una figura alta y vestida con una túnica negra: Voldemort.

El corazón de Jenna iba a salirse de su pecho y Delphi respiraba ansiosamente.

De pronto, Voldemort se detiene y se encamina hacia la Iglesia. Delphi lo persigue hasta allá aún arrastrando a Jenna. Se asoma un poco por la puerta de la Iglesia, agitada, ve a Voldemort dar unos pasos y darse media vuelta.

-Voldemort: Sea quien sea el Mago o la bruja que me está siguiendo, le aseguro que se arrepentirá (con una voz fría, aguda y susurrante).

Delphi junto a la chica aparecen detrás de él. Está bajo su ínfulo; Voldemort es su padre y ella lleva toda la vida esperando el momento de conocerlo.

-Delphi: Lord Voldemort, señor. Soy yo... Soy yo quien lo sigue, señor (muy emocionada).

-Voldemort: No te conozco, vete.

Jenna está paralizada.

-Delphi: (Respira hondo) Soy... su hija, señor.

-Voldemort: Si fueras mi hija lo sabría (le espeta).

-Delphi: (Lo mira implorante) Vengo del futuro, señor. Soy su hija... y de Bellatrix Lestrange. Nací en la Mansión Malfoy antes de la Batalla de Hogwarts. Una batalla que perderá, señor. He venido a salvarle.

Voldemort se voltea y mira a Delphi, sus miradas se encuentran. Luego él posa su vista un momento en Jenna y la comisura de su fina boca sin labios tiembla un poco. La chica mira al Mago Oscuro con ojos como platos. Era un ser muy alto, como de 2 metros; calvo, pálido cual muerto viviente, con ojos rojos con pupilas verticales; en lugar de una nariz tenía dos orificios nasales como rendijas parecidos a los de una serpiente, dedos de las manos anormalmente largos. Era él, definitivamente estaba frente a Lord Voldemort. Pero por alguna extraña razón, Jenna no sintió el miedo que esperaba al encontrar sus ojos con los de él.

-Voldemort: La niña...

-Delphi: Ella no es importante, señor. Por favor, escúcheme... (suplica) Fue Rodolphus Lestrange... El leal marido de Bellatrix, quien a su regreso de Azkaban me dijo quién soy y me reveló la profecía que, según él, yo estaba destinada a cumplir. Soy su hija, señor.

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