81. Disculpas.

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Van caminando por el pasillo en silencio, bajan las escaleras de mármol y ya en la planta baja los chicos se miran.

-Scorpius: Aquí nos separamos (sonriente).

-Jenna: Debo irme a la Sala Común de Hufflepuff (les sonríe emocionada).

Scorpius le sonríe radiante.

-Albus: Y yo a la de Slytherin (con una sonrisa de lado).

-Harry: Albus... (interrumpe) Tu madre y yo debemos irnos.

Albus mira a su padre fijamente y asiente.

-Jenna: Señor Harry, señora Ginny... y señor Malfoy (mira a cada adulto respectivamente, apenada). Quiero pedirles disculpas. Yo... no quisiera que...

-Ginny: Está bien, cariño (la interrumpe dulcemente).

-Harry: Eres una buena chica, Jenna (su mirada se suaviza y le sonríe).

-Ginny: Estamos absolutamente seguros de eso (sonríe y mira al rubio). Tú y Scorpius, son excelentes chicos.

Draco Malfoy asiente, está parado detrás de su hijo. Jenna les sonríe agradecida, Scorpius mira a los Potter con una sonrisa y asiente.

-Jenna: (Mira a sus amigos) ¿Nos vemos mañana?

-Albus: Por supuesto (le sonríe).

-Scorpius: Iré a despedir a mi padre (les susurra).

Jenna los abraza a ambos a la vez. Ellos la abrazan de vuelta. Están juntos, ya nada más importa.

-Jenna: Los quiero (susurra con emoción, aún abrazándolos).

-Albus y Scorpius: Te queremos.
_..._

Jenna baja al Sótano de Hogwarts. Camina por el pasillo que da a la cocina en silencio, absorta en sus pensamientos; estaba feliz de que la pesadilla hubiera acabado. Sus amigos estaban a salvo, estaba en Hogwarts, dirigiéndose a la Sala Común de su verdadera Casa: Hufflepuff. Mañana podría comenzar sus clases normales de nuevo, todo estaba en paz y tranquilidad. «¿Qué más podría pedir?» pensó muy sonriente.

Llegó a un rincón en el lado derecho del pasillo de la cocina, se paró frente a una pila de barriles. Entonces, golpeó el segundo barril de la parte inferior en medio de la segunda fila: el ritmo de "Helga Hufflepuff". A continuación, el barril abrió su tapa, dejando al descubierto la entrada a la Sala Común. Jenna entró. Una vez adentro, contempló todo con añoranza y una inmensa emoción; los sillones, los cactus danzantes, las estanterías en las paredes, las alfombras, todo con los respectivos colores que tanto amaba, amarillo y negro.

La Sala Común más cómoda, como era mejor conocida, con su ambiente cálido; Jenna nunca pasaba frío en su Sala Común. Se respiraba paz, sobretodo porque a esa hora se encontraba vacía; todos los estudiantes de Hufflepuff se hallaban en el Gran Comedor para la cena. Jenna pasó por la redonda puerta de madera que llevaba a los dormitorios; llegó a la cuarta habitación y entró.

Era la primera vez que pisaba ese dormitorio, ya que había escapado del tren antes de llegar a Hogwarts; sin embargo, su baúl con sus cosas estaba al pie de la única cama que parecía no haber sido tocada, ubicada en una esquina. Se acercó en silencio y sacó un poco de pergamino, tinta y su pluma, salió de nuevo a la sala y se sentó junto a una mesa. Comenzó a escribirle una carta a su familia, no podría estar tranquila si no les escribía inmediatamente.

-Jenna: ¿Cómo empezar? (pensó un momento) Mmm... Amada familia... (comienza a escribir).

Amada Familia♥

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