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¿Consumiste o sentiste?

Porque ahí está, dentro del alma palpita el deseo, el reencuentro de lo olvidado.

DERIAN

—A lo mejor no eres tan mojigato como pensé—comenzó a decir Izye, tomando la botella de champaña—, estás en un lugar como este...entraste a la boca del lobo para verla, sin saber qué podía suceder.

Sin decir nada, negué, entre risas, sabiendo que ella no se detendría. Era difícil que lo hiciera. No sabía cómo detener esa lengua suya.

Pasé mis manos por mi mentón, reacio. Me encontraba, principalmente, intrigado por saber dónde se encontraba la rosa, pero al tiempo bastante pensativo ante los planes de Cid y todo su perverso mundo. Estaba más que convencido que ocultaba algo tras esa imagen de querer negociar.

Él había construido un imperio gracias a nosotros, el dinero y todas sus riquezas las tenían gracias a haberle robado a mi familia minas importantes que, ingeniosamente, recuperé. Sin embargo supe que de algún modo, el que Dark estuviese ahí, que me enviasen licores y demás regalos, tenía un trasfondo, otra intención.

En tanto yo permanecí callado, ella suspiró profundamente, olfateando como un perro, antes de susurrar:

>>Uff, me huele a peligrooooo

—Huele es a alcohol—renegué, arrugando la nariz, viendo todo a mi alrededor, desde la capsula en la que estábamos. Detestaba a Cid, pero no podía negar que era bueno haciendo fiestas—, y a sexo.

—Eso es lo que te falta—soltó ella, asintiendo—, por eso andas tan gruñón. Deberías consumir a alguien a ver si te sueltas un poco, estresas.

—Agradece que te invité.

—No está tan buena la fiesta después de todo—Se encogió de hombros, sirviéndose más en la copa con intención de llenarla—. Pero debo admitir algo, esta fiesta es de las más grandes, sabiendo que hay muchos esklave, pero no están bañados en oro o plata.

No dije nada porque, con la mirada solo buscaba a alguien en específico. Desde aquella capsula colgada lográbamos ver todo, haciéndome recordar, inocentemente, en la belleza de cierta persona cuando habíamos estado en aquella rueda de chicago donde sin duda, quise por un momento, hacerle sentir. Cosa que no se dio. Sin su permiso no lo hubiese hecho.

— ¿Sabes más?—cuestioné, sin quitarle la vista al cristal—. ¿Te han informado de algo?

Izye dudó unos segundos, no muy convencida de sus palabras; a lo mejor estaba ya bastante ida por las gemas, o simplemente me estaba ahorrando un mal gusto porque, sí, yo era diferente a los reflejos, no era un jodido desalmado, sin ofender a mi padre, claro.

—Sé tanto como tú hasta el momento...—explicó, luciendo deseosa de bajar para disfrutar de lo que más le gustaba: los esklave. No importaba qué género, color de piel o sí, si quiera entendían su lengua, lo importante era hacerles sentir para que consumiese, una cosa que yo, no aceptaba—, sobre ella. Pero me enteré de otras cosas.

—Suéltalo.

— ¿El gas?

Volví a arrugar la nariz.

>>Igual ni era eso—Me codeó, dejando que la oscuridad se apoderase del ámbar de sus ojos—. Venga, relájate, estás necesitado.

—Izye, es solo que... me ha llegado información importante. Llevo días recibiendo también varias señales, videos, imágenes que demuestran que eso está suelto. No sé quién me los ha enviado—Golpeando con mi índice mi labio inferior, fijé mis ojos en los cristales iluminados—. Este tipo...—señalé a Cid que se encontraba rodeado de guardias, como un cobarde—, está en busca de mi familia por razones que aun desconozco. Ha dejado cosas en la casa principal; regalos, con intenciones desconocidas y, es posible que ella sepa algo.

REFLEX [✔#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora