Se acercan las tinieblas, ondulantes y hambrientas, aclamando el oscuro destino, de un futuro perdido.
DERIAN
Las luces danzaban sobre los cristales de las ventanas, junto a los copos de nieve. Era un paraíso, para muchos de nosotros, estar en medio de la naturaleza. El lugar perfecto para que nuestra familia permaneciese un buen tiempo, gozando del hermoso clima que ofrecía el Zima y la hospitalidad de la casa que, ciertamente, con magia driagna, funcionaba día y noche.
Salté de un escalón a otro, escuchando cada movimiento dentro de la casa, percibiendo los diversos aromas que recorrían las paredes, los sentimientos impregnados en ellas por la cantidad de humanos que seguían en nuestro hogar. Sandía, tierra rociada, girasoles, lluvia ácida, tomillo... cada uno diferente, dependiendo de la persona, de su personalidad y actitud ese día.
Era de esperarse que con un suspiro consumiese de a poco. Solía hacerlo, no podía evitarlo de todas formas, mi naturaleza lo exigía, pero ya había logrado obtener un completo festín, muchísimo más deleitante que cualquier otro que antes hubiese tenido, con eso me bastaba por unos días. Porque Ayla siempre sería mi favorita, cada sentimiento y emoción vivo en ella, encubierto por oscuridad, ahora estaba a mi alcance.
Tuvimos contado el tiempo. Sabía que aquella marca plateada en su piel jamás le permitiría ser normal. Pero el rayo rojo que nos había rodeado, le dio segundos para sentir, para traspasar mi alma y unírsele, abriéndose también para mostrar lo que su ser ocultaba; tan hermosos y vibrantes sentimientos, escondidos en el fondo de un oscuro lugar que solo yo había podido ver.
Afortunado en todos los sentidos posibles, sí me preguntaban.
La emoción seguía impregnada en mí cuando tomé asiento en uno de los sillones, escuchando cómo varios platos eran lavados en la cocina, mientras la nieve cubría parte del jardín que quedaba a la vista. No había rosa alguna o árbol que no estuviese cubierto de ella, brillando tal lucero perdido.
Una fragancia peculiar, que solo podía pertenecerle a un reflejo, me hizo alzar la vista.
Mi felicidad no entraba por completo en mi rostro. Estaba más que feliz, extasiado, diría yo. No solo, finalmente, había podido consumir y saber que Ayla sentía algo por mí, pese a ser una completa extraña antes que asesinaba a personas, como un robot mercenario, sino que sabía en mi interior cuán loco me encontraba por la rubia. Aceptarlo y saberlo, era mejor que cualquier cosa.
Jamás en mi vida me había sentido tan bien, no desde que le robé un auto a mi tío Kayne y terminé en un accidente. Cabe decir que sobreviví, claro, soy inmortal, pero el Lamborghini no lo hizo y mi tío, por poco, tampoco.
—Un jodido día sonriendo, cocinando, saludando a todos, admirando el paisaje...—empezó a decir Izye, tecleando en su celular con rapidez. Sus ojos se elevaron como un escáner y apenas pude tragar, sabiendo qué podía venir consigo tal mirada—, diría que es normal en tu persona, sí no te hubiese gritado y robado el helado anoche, pero... ¡¿Me puedes decir qué mierda fue lo que hiciste, que pareces drogado?!
—Exactamente es eso, querida amiga.
—Sí fuera humana, diría que: me estás asustando, Derian.
Solté una sonrisa vaga, con una almohada entre mis brazos.
Después del Zima muchos de los invitados se fueron, otros se quedaron, por el Plan Consejo. Así mismo sabía que la casa estaba llena de empleados aún, moviéndose de un lado a otro. Incluyendo a Rodrick que se la pasaba gritándole a más de uno. Pero gracias a todo eso, pude reposar. Era consciente de cuán mal estaba la situación, y aunque Cid y Dark no se habían pronunciado en absoluto, como sí se hubieran esfumado del mapa, todos teníamos claro que después de esa calma, llegaría la peor tormenta.
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REFLEX [✔#2]
ParanormalneSEGUNDO LIBRO DE LA SERIE #2 Seguramente ya te han consumido, pero ahora... ahora te harán sentir. #2 Suspense 20/01/21 Protegida por Derechos de Autor Co, 2020. © No copiar, no adaptar ni tomar nada de la historia.