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DOBLE ACTUALIZACIÓN + EPÍLOGO.
Tengan cuidado de no saltar nada.

En el espejo se reflejó la rosa marchita y con la vida, fue la muerte, la sonrisa y la tristeza, bañadas en victoria.

- ¡Qué adorable y no tan sorpresiva reunión!-exclamó por lo alto Dark, poco afectado por el desastre a nuestro alrededor.

La tierra seguía hundida entre mis uñas, al igual que el resto de escombros en mi ropa, cuando desenfundé mi arma para saltar desde la pequeña montaña que ya no era nada. Derian a mi lado, limpiándose la mandíbula con el dorso de la mano. El viento azotándole el cabello.

Pude jurar que por un segundo el sonido de su voz podía compararse a la más desastrosa sonata que el niño reflejo jamás tocaría, que al tiempo, toda la tierra empezaba a dar pasos atrás al sentir su asquerosa presencia rondando, con tinieblas poco convencionales naciendo de él.

Toda aquella fachada era una mentira.

Era parte de un plan que él mismo había entretejido años atrás.

Nadie lo sabía.

Porque nadie había entrado y salido del miroir para contarlo.

A excepción de mi persona.

Dark terminó de levantarse, nada lastimado o enojado por el impacto que anteriormente, había provenido de, no solo Aník, arrastrando consigo tinieblas de luz, sino de Diuk, Izye y su propio hijo, a quien no observó por más de dos segundos. Tomé la daga como lo único que me quedaba en ese instante, la hoja tan brillante e inigualable, bañada en las pócimas más tenebrosas de las Driagnas. Su majestuosidad solo podía ser comparada con la Ciudad que no veía la sonrisa del Sol en ese instante.

-Hace muchísimo tiempo que no les veía reunidos a todos ustedes-siguió diciendo jocosamente. Su caminar no detuvo las miradas que todos y cada uno de los reflejos que estaban detrás de Aník. A sus pies e inmóvil, yacía la madre del niño reflejo, con los ojos cerrados y el semblante pálido-. Eila, en definitiva ha cambiado con el pasar de los años, cada día más exquisita, sí no recuerdo mal. ¿Disfrutas de tu aperitivo, Aník? ¿Arruiné tu desayuno hoy?

­­El cielo mismo se abrió en ese instante, pese a toda la oscuridad que de repente había tomado el control en ese pedazo de tierra. Sobre Aník, como gritos sofocados, sonrisas contenidas y el pasado suspirado, un remolino seguía ahogándose, mostrando cuán peligroso podía ser tan solo admirar la belleza de lo enigmático que era, no solo su carácter, sino su poder, contenido por años, oculto para todo ser, hasta que la mujer más sentimental del mundo cruzó líneas de tiempo para encontrarse con su otra mitad.

-Diría que mejor que tú, al parecer. ¿Sigues intentando robar lo que no es tuyo?

No hubo duda alguna o titubeo en su voz que demostrara aunque fuese un ápice de intimidación por Dark, y mucho menos permitió que aquella frialdad característica de su persona se derritiera.

Aník Kuznetzov era un líder, de la familia más importante en todo el mundo de los reflejos; era el príncipe de tinieblas, sí. Pero, también, con el tiempo, gracias a las experiencias que marcaron su ser, tras sucesos de vida que solo aquellos más fuertes podían resistir, y la humanidad que habitaba en él, era un esposo, padre, amigo y hermano.

Él en pocas palabras era todo un reflejo impredecible, único en su especie.

-Puede bien ser cierto que tu esposa tiene un sensacional sabor y sentido de la vida-aceptó Dark, caminando lateralmente. Nos daba la espalda, pero sabía perfectamente quiénes permanecían respirándole la nuca, en especial, el hijo de aquel reflejo que lo miraban con tormentas insufribles-, pero parece que toda la historia, tan adorada por la especie y tus bien conocidas tradiciones, secretos y rituales, no la has estudiado tan bien como para saber que ella no es la única con un sabor... poco convencional.

REFLEX [✔#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora