Capítulo 39

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"Encerrado en casa por al menos una semana." Esa fue la primera noticia que le dio su tío, cuando despertó al día siguiente. Se rascó la cabeza, despeinando su cabello, y miro a su tío con expresión sombría. No era una excelente noticia la que le estaba dando. Su tío lo miro esperando los reproches e insultos que podría decirle, pero se sorprendió cuando Blaine solo asintió sin palabras. Se levanto lentamente, acariciando la cabeza arrugada de Coop y se metió en el baño. Después de media hora bajo el agua, salió y busco algo que ponerse. Un par de jeans desgastados y una sudadera, fueron su única opción. Se puso unos tenis y salió de su habitación. Bajo las escaleras, cuidando de no hacer el menor ruido, y se metió por un pasillo, bajando hacia la cocina. Al entrar, se encontró con sus tíos que hablaban despacio y cariñosamente. Saludo rápido y se encamino hacia la estufa.

- Buenos días Blaine – dijo su tía levantándose – deja yo te serviré el desayuno – Blaine sonrió y dejo la taza para sentarse en la silla que solía usar su padrino.

- Blaine – dijo Ricardo – no me dijiste tu opinión respecto a lo que te dije esta mañana en tú cuarto.

- Bien – dijo. Natalia se acerco, mirando a Ricardo y este se encogió de hombros. No tenía idea porque Blaine actuaba así.

- Si te parece bien - dijo acercándole la taza humeante de té – Podríamos salir a comprarte algo de ropa, no puedes andar en estas fachas ahora que, bueno frecuentas un roce social...

- Me haría bien comprar ropa porque tengo la necesidad de comprarla – Tomo una tostada – no tiene nada que ver con mi futuro roce social, no tendré ninguno aparte del que he estado teniendo siempre - mordió la tostada sin ganas.

- Pasó algo en la fiesta? – preguntó Natalia

- No lo leyeron en el periódico? – dijo al descuido.

- Bueno allí dijeron que estabas con Sebastian y que te largaste a gritar varias cosas como loco.

- No fueron cosas a lo loco! – Dijo serio – Fue opinar sobre una absurda ley - miró a su tío – echar a las personas de bajos recursos de su hogar – bufó – si tu hubieras estado ahí tía, los hubieras insultado a todos de la peor manera, daban asco.

- Qué? – Dijo la mujer – quieren...

- Así es – dijo Ricardo – ya había escuchado algo así, bueno será cuestión de esperar a ver lo que hacen - dijo resignado.

- Esperar? – dijo Blaine levantando la voz – estás loco si piensas que tenemos que esperar, tenemos que actuar ahora! No debemos dejar que esa maldita ley sea promulgada! Eso será el principio del fin para algunos con problemas como el tuyo, si eso sucede, como dije anoche, antes de explotar de coraje, esto se convertirá en una bola de nieve que nos llevará a todos a la mierda – y golpeó furioso la mesa.

- Cuida tu lenguaje muchacho – dijo serio – Entiendo lo que dices, pero no todo se puede hacer así Blaine.

- Por qué no? Acaso te sentarás y esperarás ver pasar el cadáver de tu enemigo? Dejarás que otros hagan el trabajo que tú debes hacer? Qué otros te defiendan, porque tú no quieres estar involucrado?

- No se trata de eso - dijo algo mortificado.

- Entonces explícame por qué no quieres unirte a una lucha?

- Qué te pasa? – dijo extrañado del comportamiento de su sobrino.

- Es que estoy harto de que gente como esa maneje la vida y el porvenir de las personas como marionetas. Anoche mismo me dieron la oportunidad para pelear contra estos imbéciles que se creen con derecho a dirigir nuestras vidas. El padre de Sam es legislador, podremos hacer una ley de igualdad, yo estaré apoyándolo, dónde estarás tu tío?

Aprendiendo a ser Romántico (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora