Aprendiendo a ser Romántico (Pausada)

Capítulo 57

Cuando entraron faltando diez minutos para la una de la tarde a el lugar donde Kurt presentaría, estuvieron a punto de pegarle para que se calmara. Es que no era para menos, desde la salida se la había pasado todo el camino hacia la academia a los saltitos y mostrando a todo aquel que podría cruzarse en su camino, sea quien sea, su carnet. Una vez dentro, Finn y Blaine debieron tomar de los brazos a Kurt y Rachel, porque querían comprarse media tienda. Blaine tuvo que vencer la tentación de reírse a carcajadas, cuando Kurt se había empeñado en comprar un sombrero, claro que esto no hubiera sido gracioso para Blaine, sino fuera que el dichoso sombrero, no era otra cosa que la pantalla de una lámpara. Entraron al elevador y Kurt después de su fracaso en la tienda, volvió con sus chillidos eufóricos y sus saltitos.

- Quieres quedarte quieto – le dijo Finn a Kurt, fastidiado. Kurt lo miró con ganas de pegarle, pero entendió que su hermano le gritaba porque estaba nervioso.

- Lo siento, es que bueno es algo increíble... no fallé una sola pregunta. El examinador me felicitó por...

- Lo bien que lo habías hecho – dijeron los otros tres al unísono rodando los ojos. Kurt se enojó, y ellos se rieron por tener transmisión de pensamiento.

- No te enojes - le dijo Blaine - es que... bueno lo has repetido veinte veces, así que conocemos el argumento.

- Gracioso, me gustaría verlos a ustedes cuando realicen las pruebas.

- Ay Blaine creo que tengo ganas de ir al baño – dijo Finn, acordándose de las pruebas – no podré hacerlo, claro que no, quién soy? Solo soy el tonto...

- No Finn! Eres un gran amigo, uno de los chicos más importantes para mí – dijo tomándolo de la playera - deja de estar diciendo idioteces, que no hacen más que bajarte la autoestima – dijo serio - ya sabemos que te pasa cuando sucumbes ante la presión! Eres un excelente hombre, recuerda esto cada vez que dudes de ti.

- Está bien – dijo él mirándolo alarmado.

- Respira profundo y enfócate en lo que quieres hacer en tu vida, no eches a perder todo lo que soñaste por unos estúpidos nervios – Finn miró a Rachel, que los miraba atónita. Y comprendió que debía calmarse por ella.

- Lo siento – Blaine lo soltó – es que me dejé llevar.

- Lo harás bien Hudson – dijo sonriéndole – si no, déjame hablar a mí con esos.

- De seguro le dirán a todo lo que digas, si – dijo chasqueando la lengua.

- Por qué? – preguntó Kurt, haciéndose el inocente.

- Por como estas vestido – Él bajó su mirada a su atuendo.

- No exageres, tampoco estoy tan llamativo, verdad? – dijo mirando a Blaine, y girando sobre sí mismo para que él mirara todo su cuerpo.

- Estás... - suspiró.

- "Bienvenido a la Academia. Cuando lleguen a su destino, preséntense ante la mesa de entradas para ser debidamente identificados" – dijo una voz.

- Bien, Anderson, ahora verás a tu amiguito – dijo guiñándole el ojo. Kurt cruzó sus brazos y bajó su mirada ceñuda.

Cuando abrieron la puerta, la luz blanca del hall de entrada, poco faltó para cegarlos. Se dieron unos segundos para acostumbrarse a aquella iluminación, y caminaron hacia la mesa de entrada. Kurt respiraba entrecortadamente. En pocos segundos conocería a ese estúpido rubio, con el que, según su hermano, tendría que pelear por Blaine. Blaine parecía no tener ningún problema, ni siquiera estaba nervioso, ni porque Kurt se encuentre con esa chico, ni por las pruebas.