Capítulo 41

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Como si el tiempo se hubiera puesto en su contra, los días que siguieron fueron los más lentos vividos por Blaine. Ya no presentía que Ricardo trataba de esquivarlo. Realmente Ricardo cada vez que lo veía, se ponía blanco y salía disparado, con temor en sus ojos. Blaine suspiraba. Se le hacía duro irse, y ahora tenía que lidiar con un tío que se comportaba como un niño, escapando de la realidad. Natalia reía divertida, pero al mirar a Blaine tenía los ojos cargados de melancolía. Por suerte para Blaine a ella no le había dado por tratar de ser una figura maternal así que se veía libre de abrazos y besos, pero si tenía que soportar los golpes en la espalda y en los brazos. Es que su tía era divertida, pero también algo ruda.

Con gran alegría lo acompañó a comprar ropa. Blaine tuvo que llamar a Rachel para que lo ayudará, porque Natalia no era muy fiable a la hora de comprar ropa. Eso pudo comprobarlo un día, cuando ella le compró un conjunto que lo hacía verse como policía gay. Todo de cuero negro. Si, Blaine tenía que llamar a su amiga.

Se encontró con Rachel en el parque. Ella estaba esperándolo sentada cerca de una estatua. Se acercó sigilosamente y le tapó los ojos. Rachel suspiró y dijo "Finn". El se dejó ver, riéndose de su amiga, que lo miraba colorada. Caminaron por el centro entrando en varias tiendas y comprando cuanta ropa pudieron.

Después de comprar todo lo necesario y de hacer unas averiguaciones sobre el viaje a través del continente y posibles alojamientos, se sentaron en la terraza de un restaurante a comer. Rachel miraba el reloj nerviosamente, y luego a Blaine. Después de la quinta vez que repitió el procedimiento, Blaine dejó el jugo de naranja y la miró. Ella se puso colorada y trató de desviar la mirada, pero Blaine le tomó la mano y la obligó a mirarlo.

- Qué te sucede?

- A mi nada.

- No es lo que me parece.

- Que cosas dices – Rachel tomó jugo y de los nervios, algo de líquido cayó por la comisura de la boca.

- Rachel, te puedes tranquilizar? – dijo pasándole una servilleta – Qué es lo que te pasa?

- Nada Blaine.

- Nunca fuiste buena para ocultar cosas.

- Yo no oculto nada – Dijo algo colorada – Ya tuviste noticias de Finn?

- Lo extrañas? – dijo sonriendo. Ella sonrió también – sí,  hace unos días recibí un mensaje.

- Y qué te dijo?

- Que te extraña, que no puede vivir sin ti y todas esas cosas cursis que él puede decir respecto a ti.

- Ajá – Rió ella – dime una mentira más convincente – él la miró - Vamos ya sabemos que Finn no es precisamente la más romántica persona – rieron.

- También me comentó que Kurt - Rachel se removió en la silla intranquila – Está de novio con Jeff.

-Bueno, eso es algo que sabíamos – dijo en un tono agudo.

- Hay algo más que deba saber? – la miró entrecerrando los ojos como queriendo leer sus pensamientos.

- No! Qué más podría pasar?

- Bueno, Finn me dijo que él le pidió a sus padres que quería ser su novio formal, qué opinas de eso?

- Está bien.

- Cómo puedes decir eso eh? – dijo tirando el vaso al piso. Rachel lo miró asombrada – Es que acaso no te das cuenta que...

- Qué Blaine?

- Que está cometiendo una estupidez!

- No sé por qué lo dices.

- Porque tú sabes que él no podría olvidarme tan fácilmente – dijo más tratando de convencerse él, que a Rachel.

Aprendiendo a ser Romántico (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora