Kurt estaba muy entusiasmado por tener la oportunidad de acompañar a Nat al doctor para ver cómo iba el bebé, nunca había tenido esa oportunidad así que estaba que no cabía de la emoción.
Luego de la visita periódica de Nat al médico, se pasearon por el centro comercial, buscando ropita para niños y se entretuvieron mirando almacenes con ropa divina. Kurt y Natalia parecían dos adolescentes alocados, buscando la ropa más ridícula, y de colores llamativos. Después de visitar varias tiendas, se dispusieron a volver para la reunión.
Una vez en la casa, las recibió Ricardo, muy preocupado por la tardanza. Natalia le hizo una mueca de fastidio, debido a los constantes cuidados que manifestaba su marido.
- No tienes por qué enojarte – decía serio, Ricardo – después de todo es mi hijo también - ella bufó.
- Pues con todo gusto te cedo el honor de cargarlo! – Kurt rió divertido – Porque no sabes lo que me cuesta. Ni siquiera puedo ponerme la ropa de antes, nada me entra!
- Deberías empezar a ponerte ropa mas... - la miró.
- Más qué? – dijo dando un respingo.
- Más de señora.
- De vieja aburrida? – La carcajada de Kurt resonó en toda la sala – Creo que si yo dejara que tú me eligieras la ropa me vería vestida con los viejos vestidos de mi abuela.
- Ay, qué graciosos se ven! - les dijo Kurt.
- No deberías solaparla Kurt – dijo Ricardo, serio.
- Por favor Ricardo - dijo él sereno – Solo fuimos a mirar vidrieras, nada malo nos pasó y nos comimos un helado, nada más!
- Qué te dijo el médico?
- Bueno... todo está bien! – dijo sonriente.
- Qué posibilidades hay de que...
- Acaso eso importa? – dijo algo afligida, mirando a su esposo.
- Claro que no – dijo él sonriendo – solo quiero saber a que nos atenemos...
- Quieren que me vaya? – les pregunto, Kurt, levantándose.
- Claro que no, dentro de unos minutos comenzará una reunión - dijo Ricardo y miró a Nat - me gustaría que no dejaras sola a mi esposa.
- Claro, sabes Kurt? me encantaría que me enseñaras eso pasos de Hip Hop de los que me hablaste, esos que te hacen saltar hasta reventar!
- Que?! - gritó Ricardo muy alarmado.
- No te enojes Ricardo – dijo Kurt, riendo – ella lo dice a broma - sonó el timbre.
- Bien, de seguro son los miembros de la academia –se levantó y fue a abrir la puerta.
- Hay algo que he querido preguntarte toda la tarde – dijo Natalia, cuando se quedaron solas. Kurt la miró expectante - Cómo va lo tuyo con Blaine?
- Viene y va – dijo suspirando.
- Eso quiere decir que... - lo miró.
- Está avanzando algo, nos hemos convertido en grandes amigos – sonrieron – nos contamos todo, no hay nada que él me oculte, bueno sus sentimientos me los oculta y mucho, pero por lo demás...
- Ya llegaron todos los demás? – dijo una voz de hombre que a Kurt le heló la sangre. No quiso darse vuelta. Si lo hacía, se le caería el mundo encima y él que creía que Blaine no le ocultaba nada.
- Ah hola – dijo Nat, con rabia – El nuevo chico de la academia! – Kurt se dio vuelta lentamente. La impresión sería leve, si se preparaba para esto. Cuando giró, levantó la mirada y lo vio. Allí estaba él, Jordan mirándolo con asco. Natalia sólo miró a Ricardo y él se encogió de hombros - Pues déjenme presentarlos - dijo levantándose - Él es...
- Conozco al joven – dijo fríamente – el secretario de la Academia – el rubio sonrió – disculpa – dijo, Kurt, recuperándose de la impresión – creo que no sé tu nombre – mintió, si algo le había quedado grabado en su mente, era el nombre y la cara de su nuevo enemigo.
- Jordan – dijo él frunciendo la nariz.
- Kurt Hummel.
- Eres el hermano de Finn, verdad?
-Sí – sonrió dándole la mano – pero dudo que los conozcas, es tu primera reunión? No te había visto por aquí antes – dijo midiendo cada una de sus palabras.
- Pues, es la quinta reunión a la que asisto – Kurt sintió una rabia apoderarse de su cuerpo. Ese chico hacía tiempo que pertenecía a la academia y nadie se lo había comentado, Blaine no se lo había dicho, él se lo ocultó. Trató de serenar la maraña de emociones que se agolpaba en su estómago y que pugnaban por salir, respiró profundamente – pero a ti no te he visto más que hoy.
- No se me permite, ser parte de estas reuniones – contestó secamente.
- Eres menor de edad? – dijo él burlón.
- No – dijo serio – no he terminado la universidad, aún.
- Oh, es una lástima – dijo Jordan sarcásticamente – ser parte de la academia es algo increíble, algo imposible de describir, es una sensación de vértigo y de adrenalina que nunca he vivido – Nat torcía los ojos de asco.
- Me imagino! Digo, debe ser algo increíble para ti, que te la pasas sentado en un escritorio con el solo trabajo de pasar un carnet por un identificador – Natalia ahogó una carcajada.
- Ricardo,ya vinieron los demás? – dijo Jordan tratando de pasar el mal rato – me estaba preguntando cuando... - la puerta de la entrada se abrió rápidamente y todos giraron para ver quien entraba. Kurt se sentó al lado de Natalia, ella le acarició la mano, para calmarlo – Blaine, ya llegaste! –dijo acercándose y dándole un beso en la mejilla. Él no se había dado cuenta que Kurt estaba a punto de matarlo con la mirada.
- Sí, ya nos viste? – dijo Rachel, fastidiada – acaso somos invisibles? – el Rubio se tomó del brazo de Blaine y se acercó a la sala.
- Estábamos hablando de lo increíble que es pertenecer a la academia – dijo Jordan, mirando a Blaine, que trataba de zafarse.
- Sí – dijo y Blaine quedó duro de la impresión – y yo le dije que para Jordab debe ser interesante, después del trabajo aburrido que tiene que hacer - dijo burlón – hola, dijo saludando a sus padres – no saludó a ninguno del trío.
- Veo que ya llegaste - le dijo Burt
- Pues, si!- dijo sonriente.
- Déjame decirte – dijo Jordan, enojado – que aunque tú no lo creas, es muy estresante el trabajo que tengo!
- Si claro! – dijo Kurt, con sarcasmo – debe ser estresante pasar nueve horas diciendo "nombre?... carnet... pase por favor...adiós" – Puck y Mike se ocultaron tras de Ricardo para reírse. Blaine no quería mirarlo. Kurt no lo había saludado estaba fúrico, podía sentir la tensión entre los chicos, y encima la tal Jordan no le soltaba el brazo.
- Tú debes sentirte mal, me imagino – dijo el rubio queriendo herir – siendo tan niño que no puedes participar de nada.
- Todo a su tiempo, chico – dijo él con asco – y no es que no haya participado de nada extraordinario, cuando Blaine fue a la Academia, yo fui parte de la investigación y en mi quinto año unos compañeros y yo nos enfrentamos a unos cuantos casos - se miró las uñas desinteresado – pero claro, tú en esos momentos, debías tener una misión súper importante – y adoptó una voz de misterio – pasar el carnet por el identificado. – Blaine tuvo ganas de reír, de hecho sonrió, mirándolo, buscando esa sonrisa cómplice y esa mirada que tenían ellos solos al divertirse, pero en los ojos de Kurt solo vio hielo.
❤
Hasta aquí el capítulo por favor no olviden votar y comentar, y los invitó a que se pasan por mi otro fic Besar a un Ángel.
Nos leemos pronto.
¡Mil gracias por leer!
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Aprendiendo a ser Romántico (Pausada)
Fiksi Penggemar¿Qué harías si el amor de tu vida te pidiera ayuda para conquistar a otra persona? ¿Lo ayudarías aunque eso implicara perderlo? Pues para Kurt Hummel era la decisión más dolorosa que había tomado, pero valía la pena el sacrificio con tal de ver feli...