Capítulo 4

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Confundida, seguí el beso. Sentía la adrenalina correr por mí cuerpo, una leve sensación que me impulsaba a seguir.

Sus besos bajaron por mí cuello. Eso fue una alarma inmediatamente para mi.

Tomó mí cintura, subiendo sus besos para besar mí mejilla lentamente, como si quisiera saborear mí piel.

Tomé su cuello para separarlo un poco de mi cuerpo algo aturdida por ello.

— Leonardo, ¿Qué tratas de demostrar con esto?

Se separó unos cuantos centímetros, uniendo nuestros ojos.

— ¿Te gusto? — sus palabras fueron directas y claras.

Su pregunta me había tomado por total sorpresa.

— Eres un chico atractivo, me llamas y captas mucho mi atención, si nos guiamos en el físico me pareces muy interesante y se podría decir que si. Me gustas. — una sonrisa se formó sobre sus labios — Pero... es lo único que se, no podría decir mas porque tampoco te conozco como tal. Solo me gustas pero de simple vista, no te eh tratado aun. ¿Porqué la pregunta?

Una sonrisa amplia se dibujaba en su rostro mientras se quedaba pensando en algunos segundos todo lo que había dicho.

— Tienes razón y me parece perfecto.

Lo miré confundida.

— Dime las cosas con claridad, sin rodeos y responde mi pregunta.

Seguía mirándome.

— Seremos amigos ¿No?

— Por el momento solo solos conocidos.

Él rió leve.

— ¿Dejarás que te lo demuestre como soy confiando en mi?

Su pregunta me asustaba un poco. En realidad había dicho que si, pero me está tratando como un juguete y estaba perdiendo un poco la paciencia por ello.

Aunque sus besos resultaban encantadores y tenían un gran poder sobre mi.

Pero me sentía muy culpable. No me gustaría el hecho de que no me tome con seriedad si es que yo también le guste. Quisiera algo serio, sin tantos rodeos o juegos.

Algo como Micaela y Jeff.

Tal vez aún no son pareja, pero están dando los primero pasos. Conforme el tiempo se empezaron a gustar y querer.

Ojalá eso me pasara a mi.

Lo separé un poco, alce la vista dirigiéndome a la cocina. Sus pasos seguían los míos, quería confundirlo.

— ¿A donde vas? — su tono de voz era algo distinta.

Reí leve. Interiormente estaba feliz.

— Voy a comer algo, y como tu amiga te invito a acompañarme a comer junto conmigo.

Me giré para observarlo.

— ¿Comer?

Asentí con la cabeza.

— Si. ¿te gusta la pizza?

Él sonrió leve acercándose a mi.

— Si.

Tomé mi teléfono, mandé un mensaje a mí amigo de la pizzería para pedir una. Me respondió diciendo que llegaba en 15 minutos. Rápidamente Leo me quitó el teléfono, corriendo fuera de la cocina.

— ¡Hey!

Grité molesta porque no entendía su comportamiento y mi teléfono se encontraba desbloqueado.

BLACK  // Completa ||EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora