Capítulo 28

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Había terminado de ducharme y alistarme para esta noche. Leonardo me había invitado a salir ya que era un hermoso viernes indicando que el fin de semana estaba por comenzar.

Extrañaba mucho verlo, no nos había tocado vernos entre semana ya que, el estaba repleto de trabajos en la empresa de su padre mientras que yo me había encargado de asistir con mis padres a la empresa unos días.

Era momento de verlo y estaba muy ansiosa de despejarnos un poco de lo ocupa que resultaba ser nuestras semanas últimamente.

Me encontraba en mi habitación terminando los ajustes de mi maquillaje. Solo me faltaba vestirme y no tenía ni la más mínima idea de que podría ponerme puesto que Leonardo solo dijo que quería que saliéramos a divertirnos un rato.

Una leve sonrisa se había formado sobre mi rostro mientras me daba la vuelta para acercarme a mi armario y buscar algunas prendas para esta noche.

Mi cuero estaba un poco exhausto también por el hecho de haber ido al gimnasio esta semana y incrementar un poco las rutinas diarias pero como dicen; "Todo esfuerzo valdrá la pena"

Y así fue.

El día de ayer había recibido un correo de una tienda de ropa de la ciudad ofreciéndome la oportunidad de poder ser el modelo de una nueva colección de ropa. Estaba emocionada en cuanto había visto el mensaje puesto que había dejado mi profesión aún lado.

Pero por mi experiencia y tal vez algunos contratos del pasado era probable que la tienda se había contactado conmigo para ofrecerme esta maravillosa oportunidad. El modelaje era algo que me encantaba.

Desde pequeña amaba jugar a ello tomando las prendas de mi madre y jugando en mi habitación a una grande pasarela teniendo como publico todos mis peluches de felpa.

Una risa se había escapado de mis labios al recordarlo y como mi madre siempre me regañaba por ello.

"Viejos y buenos tiempos"

Quería contárselo a Leoanrdo y hoy iba a tener la oportunidad de hacerlo personalmente.

Había optado por tomar unos jenas de tonalidad normales y algo rasgados de tiro alto junto una blusa negra de tirantes que quedaba ajustada a mi cuerpo. Me gustaba mucho lo que llevaba puesto así que solo decidí tomar unos botines negros estilo góticos haciendo que quedaran justo a la perfección con la blusa.

Observé mi look en el espejo sonriendo. Tomé mi perfume favorito con fragancia de frambuesas colocando un poco sobre mi cuello. Al terminar me había percatado de que no llevaba la medallita de plata que Leonardo me había regalado el día que nos habíamos hecho novios.

Negué leve y empecé a buscarla en mi alhajero. Al no encontrarla había entrado en pánico pensando donde la podría haber dejado.

Terminé buscando como loca por toda la habitación, desesperada y preocupada de no haberla encontrado.

Negué leve saliendo de mi habitación con el propósito de ir abajo y tal vez consultar si mis padres la habían visto por algún lugar.

Bajé los escalones rápidamente pero una voz había captado mi atención.

Leonardo...

— Yo entendería si usted no está en total acuerdo... — decía el en voz baja.

Lo que más me había sorprendido es que no se encontraba hablando solo, era el hecho de que se encontraba hablando con mi papá.

— Debo decir que lo que me acabas de mencionar me hace pensarlo una y otra vez... hijo.

Continuaron hablando pero no resultaba muy audible para mis oídos y las palabras o si diálogo era muy distorsionado para mi.

BLACK  // Completa ||EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora