Capítulo 40

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Leonardo

— Te dije que serías un encanto para mis padres.

Había dicho mientras cerraba la puerta que daba al jardín. Vanessa se había dado la media vuelta para quedar frente mi y contradecir.

— No es verdad. Siento que no soy una persona de su total agrado.

Caminabamos por él césped del gran y enorme jardín de la mansión. Nuestras manos estaban entrelazadas.

— Eso dices, pero realmente ambos nos dimos cuenta de la grande satisfacción y alegría que fue para mis padres conocerte, en especial mi madre — dije sonriendo.

Ella rió leve sin decir nada más. Sabía perfectamente que en esa parte si tenía toda la razón.

Mi madre había sido una persona muy amable para ella y un encanto. Estaba fascinada con Vanessa.

— Claro, tu madre es un encanto de mujer — dijo sin dejar de caminar.

Una pequeña sonrisa de boca cerrada se había formado sobre mis labios así que había optado por preguntar su opinión de mi padre.

— Y... ¿Qué opinas de mi padre?

Apretó ligeramente sus labios sin poder dar alguna respuesta concreta.

— Creo que aún no nos conocemos bien pero fue muy amable — se encogió de hombros.

Reí leve para tranquilizarla.

— A mi madre tampoco la conoces totalmente o muy bien, pero... tranquila. Mi padre es un buen hombre, solo es cuestión de que se acostumbre a nuestra presencia y dialoguen más.

Ella sonrió leve. Seguíamos caminando sin algún destino por el grande jardín, observando árboles y flores tanto la fuente y entre otras cosas que adornaban el lugar junto las farolas que lo alumbraban. No había mucho que visualizar pero lo poco lucía encantador y romántico.

Estaba muy feliz. Vanessa había tenido la oportunidad de conocer a mis padres pero realmente se había desarrollado más la conversación con mi madre. Ella si se había permitido conocerla a fondo.

Un pequeño detalle importante que pasaba por mi mente y mis padres no me lo habían mencionado antes era que el señor Woods y mi papá se conocían desde su adolescencia.

Vanessa estaba en silencio cerca de mi. Me giré para ella viéndola y inclinando mi rostro para plantar un pequeño beso en su mejilla.

Observé el arbusto de todas qué estaba frente nosotros. Decidí estirar mi mano para tomar una. Con cuidado y agilidad la había cortado.

Me giré un poco a Vanessa.

— Nena...

Ella me observó y sonrió viendo la Rosa. Se la extendí para que ella la tomara.

— Una hermosa flor para una bellísima dama — susurré viendo como la tomaba.

Acercó esta misma a su nariz para aspirar su fresco aroma. Sonrío.

— Debo decir que es usted todo un galán, señor Black.

Me encogí de hombros viéndola con ternura y fijamente.

— Intento dar lo mejor de mi — susurré.

Ella inclinó un poco su rostro. Tomé de su cintura y ella alzó sus manos para tomar la parte trasera de mi cuello.

— Te amo.

Sonreí leve al escuchar esas dos palabras salir de sus labios.

— También te amo, nena.

BLACK  // Completa ||EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora