Vane
Sentía como sus grandes dedos acariciaban mi pelo con ternura. También sentía su abdomen bajo de mi.
Ya era de día. Estaba segura de ello ya que los pájaros comenzaron a cantar y no estaba tan cansada.
Fingía estar dormida porque estaba bastante cómoda sintiendo sus caricias sobre mi cabello.
Él tocaba mi pelo con ternura mientras daba cortos besos en mi nuca.
Sonreí. Estaba muy cómoda como para querer moverme un poco. Aunque él había decidido hablar en un susurro.
— Buenos días, linda.
Susurró muy cerca de mi oído.
— Buenos días — respondí con la voz algo somnolienta.
Mi voz era demasiado adormilada. Tallé mis ojos y el comenzó a tocar mi espalda sobandola. Di un leve bostezo mientras apoyaba mi mentón en su perfecto pecho, parpadeando un par de veces y incorporarme a la luz del día.
Vi como sus hermosos ojos marrones tenían un poco de brillo al verme. Sonreí un poco.
— Te extrañe, hermosa.
— ¿Extrañarme? — el asintió — Pero... toda la noche estuvimos juntos.
Besó mi frente.
— Eso no quiere decir que no puedo extrañar el hecho de oírte hablar o tan solo verme — su sonrisa seguía plasmada sobre sus labios — Aún así, te extrañé.
Se incorporó en la cama, así que decidí bajarme de su cuerpo y tomar asiento a mi lado. Se puso de pie totalmente desnudo para acercarse a una de las puertas de la habitación, la abrió y entro.
En cuestión de segundos ya estaba de vuelta y tomando asiento nuevamente en la cama. Estiró la sábana y me observó mientras cubría la mitad de su cuerpo con esta misma.
— ¿Cómo amaneciste? — preguntó con curiosidad.
Lo observé.
— Bien...
Estiró una de sus manos para tocar mi vientre sobre la sábana y acariciarla un poco. Su movimiento me desconcertó un poco.
— Espero no te duela mucho — susurró observando su mano.
— Por el momento no siento dolor — me encogí de hombros.
Nos habíamos quedado en silencio por algunos segundos.
— ¿Lo hice bien? — su pregunta me tomó por sorpresa, alcé una ceja algo confundida sin dejar de verlo — Me refiero de... anoche.
Ahora que lo pensaba... por los mil demonios de satanás.
Yo era inexperta tal cual lo había dicho, pero desde mi perspectiva tanto recordando las escenas de anoche... una parte de mí se sentía provocada. Recordar sus movimientos, besos y caricias me hacían mal pensar un poco más y querer verificar nuevamente el tamaño de aquello que se escondía bajo la sábana.
Fue una noche increíblemente deliciosa. Tal vez había sentido un poco de dolor pero era más el gusto y el placer que él mismo dolor.
Aunque por otra parte, sentía vergüenza ahora mismo por el hecho de que me había visto totalmente desnuda, cosa que nadie lo había hecho... pero recordar como sus manos tocaban mi cuerpo me hacía sentir relajada. Era normal frente este tipo de actos que sentía seguridad con el a pesar de no tener mucho conociéndolo.
Por Dios, ahora tenía pensamientos muy impuros.
— Siendo totalmente honesta contigo... para ser una primera vez y como al igual una inexperta... me gusto bastante, aunque creo que mis labios hablaron por sí solos anoche — me encogí de hombros sintiendo como me sonrojaba un poco por haber confesado ello.
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BLACK // Completa ||EN EDICIÓN
Teen FictionPRIMER LIBRO DE "BLACK" Black. Un sinónimo o definición del color más oscuro en la gama de colores existentes. No hay nada más oscuro que ello. El mismo término lo dice... lo auto describe. Créanme que... al conocerlo no habrá vuelta atrás...