Capítulo 2

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Al llegar al lugar, observé su aspecto desde afuera. Solo había un gran portón negro y un segundo piso, con grandes ventanas. Había luces color violeta alrededor de la puerta y unos grandes guardias fornidos cuidando a cada lado de esta misma.

Mi amiga se estacionó cerca del lugar. — Creo que caminaremos un poco.

Nos quitamos el cinturón de seguridad y bajamos del auto. Tomé mi bolso de mano con fuerza y comencé a caminar con ella siguiéndola. En si, yo no era la invitada por parte de Jeff solo era su acompañante. La música se lograba escuchar a la perfección sin importar la distancia, haciendo notar que estaba a un volumen elevado allí adentro.

— Mica, ¿Crees que esos tipos nos dejen entrar? — decía en voz baja ya que nos encontrábamos a unos cuantos metros de ellos y estaba algo insegura.

Ella sacó su teléfono, sonrió satisfecha y caminó hacía ellos. — Claro que nos dejaran pasar, aquí tengo la invitación.

Caminamos dos metros más y nos acercamos a la puerta. Los tipos nos veían neutrales, me sentía intimidada al ver su grande estatura y sus semblantes serios y fríos, con sus brazos cruzados bajo su pecho.

Llevaban un traje negro, unos lentes oscuros a pesar de que era de noche y una pequeña radio tanto una arma de fuego en sus bolsillos delanteros. Eran muy visibles para cualquier persona que se encontrara cerca.

Ambos se colocaron en frente de la puerta al vernos cerca. — ¿Qué necesitan, chicas?

Mi amiga los observó. Como si no les temiera en lo absoluto. — Pasar, lógicamente.

Ellos rieron. — ¿A ustedes? — dijo el tipo moreno con un tono prepotente.

Volvieron a reír. — No dejamos entrar a cualquiera si es eso lo que está pasando por sus cabezas.

Ella sacó las dos invitaciones y se los dio. — Con su permiso.

Se interpuso en ellos y los empujó hacía los costados con sus manos. Se giró para verme y jaló de mi mano ya que me encontraba totalmente petrificada por ello.

— Vamos Vane no hay tiempo que perder.

Su emoción era visible tan solo al pronunciar las palabras.

Admiraba mucho a Mica por eso. Nunca demostraba tener miedo y no se dejaba aplastar por cualquiera. Es algo que desearía tener, esa gran confianza y autoestima para no permitir ser dañada por cualquiera persona egocéntrica que lo deseara. El mundo está rodeada de gente mala que usualmente ama dañarnos de cualquier forma posible.

Caminabamos por el diminuto pasillo, al llegar al fondo observamos una gran cantidad de gente. Había demasiadas personas bailando, bebiendo y riendo. En grupitos de chicos y chicas.

Me quedé petrificada por unos segundos a dicha escena nunca antes vista. Me sorprendía la gran cantidad de gente que se juntaba para hacer este desorden o "festejo" si lo llamaban así.

— Tenemos zona VIP — mi amiga gritaba cerca de mi oído, ya que la música sonaba demasiado fuerte y era casi imposible escucharla con claridad.

Entrelace mi mano con la suya. — No me sueltes, Mica.

Negó con la cabeza.

— No lo haré pero vamos a la zona VIP que apenas y puedo moverme aquí.

Mis ojos viajaban para observar todo el lugar.

Pero a lo lejos, unos escalones de cristal captaron mi atención, estaban en forma de curva. Aunque estuviese lejos eran visibles para todos.

Sacudí ligeramente a Mica del brazo. — Hey, creo que es allí — le dije fuertemente y señalando las escaleras para que ella también pudiera distinguirlas.

BLACK  // Completa ||EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora