Capítulo 8

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Las semanas siguieron su curso normal. Como si nada de ese día hubiera sucedido.

Estaba tan normal y tranquila que eso me preocupaba. En ocasiones lograba sentir qué tal vez estaba exagerando.... solamente no estaba acostumbrada a una vida tan común desde que conocí a Leonardo.

Leonardo de vez en cuando venia a visitarme, y debo de decir, que él salia victorioso con una sonrisa satisfactoria al haber conseguido lo que se proponía.

Me había dejado con unas ganas tremendas de un poco más que besos, pero, no podíamos hacer nada, porque el muy inteligente venía a mi casa, no podíamos hacerlo aquí.

Aunque por otra parte, no dejaba de ser tierno y romántico. Eso me gustaba cada día más y estaba llamando mi atención un poco más de lo habitual.

Mis padres lo adoraban, cuando hablo de padres quiero referirme un poco más y enfatizar el hecho de que hablo de "papá"  al parecer mi madre no lo adoraba tanto. Tenía el presentimiento de que ella sabía algo o se pensaba algo sucedido entre ambos o simplemente no era un tipo de su agrado.

Mi madre a veces suele ser como una amiga para mi, y en otras ocasiones siento que es demasiado exigente y llego a sentir una conexión de enemistad. Pero me supongo que así son la mayoría de las madres.

Ni siquiera quiero imaginar si yo fuera una. Sería casi imposible pensarme en ese lugar. En ser madre.

— Vane, ¿Me estás restando atención?

Mi amiga agitaba su mano frente mi rostro para captar mi atención y hacerme pestañear un par de veces al sentir la cercanía de su mano con mi rostro.

— ¿Qué sucede?

Ella se cruzó de brazos, viéndome con un poco molestia. Estaba seguro de ello porque su nariz estaba algo fruncida.

— Sucede que vengo de compras con mi mejor amiga y soy totalmente ignorada.

— Lo siento — dije algo apenada como disculpa — Sabes que en algunas ocasiones mis pensamientos me ganan.

— ¿En algunas ocasiones? — dijo un poco sarcástica — Digamos que la mayoría del tiempo, desde que llego Leonardo a tu vida estás en otro mundo, galaxia, tiempo, lo que sea.

En nuestro mundo.

Así me gustaba pensar. Pensaba de esa forma por las veces que ambos estamos solos, sintiendo que nada existe más que él y yo, que nada puede interrumpirnos.

— No estaba pensando en ello — me encogí de hombros y mentí un poco — Él es solo mi amigo.

— Con derechos y izquierdos — me dijo divertida mientras se medía un zapato — Tengo miedo de que te llegue a lastimar, Vane.

La observé algo confusa puesto que Micaela lo había dicho con total naturalidad.

— ¿Lastimarme?

Ella asintió mientras se colocaba el otro par.

— Si. Sé que él a sido muy tierno y romántico contigo pero... — guardó silencio algunos segundos — eso no me da en totalidad buenas vibras, no siempre al principio las relaciones son así y estás consciente de ello.

— Tampoco siempre suele ser malo en el principio — dije algo molesta interiormente.

Ella se puso de pie para ver los zapatos que llevaba puestos en el espejo.

— Tal vez no, no estamos seguras de eso, pero el es un desconocido.

— Somos amigos, no pasamos de eso.

BLACK  // Completa ||EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora