Capítulo 19

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Estaba bastante molesta al ver su presencia aún aquí.

¿Con qué descaro venía a mí casa?

No. Realmente esa no era mí pregunta primordial.

¿¡Porqué mierdas Leonardo le llamó!?

Estaba enfurecida, casi sentía cómo salía el humo de mis orejas.

* Voy a cambiar
* te quiero a ti
* Haré lo posible para enamorarte.

Todo esto era una farsa de su parte. Todo esto parecía y las pruebas estaban claras que se trataba de una "mentira". Eran crueles y viles mentiras que merecían algún castigo.

¿Tenía que ser yo la que siempre sufría?

¿La qué siempre era usada y destruida?

No. La respuesta en definitiva es un "No".

Ahora mismo me daban ganas de sacarlos a patadas a ambos de aquí. A pesar de que la chica seguía en el pórtico impecable de alguna gota de agua.

Pero en realidad yo era débil y por más que quisiera sacarlos a ambos y olvidarme de él realmente no podía. No podía hacerlo fácilmente.

Lo único que quedaba era que con mi poca dignidad totalmente destruida era... invitarlos a irse o dejarlos charlar a solas para luego pedirle educadamente a Leonardo que se retirara.

Suspiré algo frustrada.

— Entonces creo que yo debo dejarlos a solas por unos minutos.

Dije con el tono más frío y cortante que podía. Realmente el ánimo que tenía había decaído hasta el suelo.

Me sentía estúpida por creer en sus pocas palabras, tal vez realmente no estaba totalmente perdonado pero me había estado convenciendo de que sus palabras vacías eran reales.

Que tonta fui. Fui su estúpido juguete.

Me había dado la media vuelta para adentrarme de nuevo a la casa pero las manos de Leonardo impidieron que lograra entrar tomando mi cintura con fuerza y manteniendo su agarre firme en ello.

Me quedé congelada al ver como abrazaba mi cintura apoyando su mentón en mi hombro derecho.

Se giró junto a mí para quedar frente a frente Cara que aún estaba de pie en el pórtico observándonos. Aún seguía sorprendida por el movimiento que había hecho Leoanrdo segundos atrás pero más al ver como ella abría su boca indignada y sorprendida.

Iba a protestar pero prefirió cerrar sus labios. Yo sólo me limité a sonreír victoriosamente pero algo apenada.

— No es necesario te quedarás aquí a escuchar la conversación — dijo Leonardo de lo más pacifico posible.

Asentí lentamente intentando comprender esas 10 palabras que había pronunciado.

Sus manos comenzaron a acariciar mi vientre con ternura mientras Cara me miraba con un semblante total de odio y desprecio. Podía decir que me sentía totalmente intimidada como ya lo había mencionado millones de veces. Ella era realmente bonita y de cuerpo perfecto, pero los brazos de Leonardo y sus caricias me hacían sentir totalmente protegida de cualquier cosa. Sentirme protegida de ella.

Era mí lugar favorito.

Su mirada seguía clavada en mí. Su mirada era fija y representaba odio y rabia pura.

— Deja de mirarla así, Cara — La voz de Leonardo fue firme y directa — El asunto no es con ella...

— Entonces... ¿Para qué me llamaste? — dijo ella rápidamente y molesta.

BLACK  // Completa ||EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora