El trayecto hacia nuestro destino no resultaba familiar para mi. No parecía ser algún camino o recorrido que haya pasado alguna vez antes, en mi pasado.
Habíamos hablado sobre los días de la semana. Actividades y rutinas semanales. Claro que sólo yo mencionaba cosas aburridas y fue rápido todo lo que había sucedido por la semana mientras que él contaba varias cosas distintas y muy llamativas.
Tanto el hecho de firmar contratos, salir al parque, conocer socios de su padre. Todo lo que me contaba era bastante interesante desde mi perspectiva y el entusiasmo de su voz que tenía al contármelo delataba la misma o hasta más emoción que yo al saber de ello.
Y al oír todo el resumen de todas las actividades que había realizado durante la semana podría decirse que no paraba de mencionarme que estaba ansioso y moría de ganas por verme pero estaba repleto de ocupaciones de la empresa.
Aunque la parte que más me alegraba era oír su armoniosa voz diciendo que esta próxima semana la tenía libre si er a posible para mi podríamos vernos más seguido.
El tiempo transcurría con rapidez al oír como hablaba tan animado. Me encantaba oír su voz y esas pequeñas risas que lograban escaparse de sus labios.
El trayecto había sido largo y después de una larga charla nos habíamos percatado de ello, cosa que me hizo sentir algo aburrida aún seguir en el auto pero lo único que me entretenía era su melodiosa voz.
Suspiré. Ya estaba agotada de mantenerme sentada en el asiento y además de sentir los nervios carcomiéndome por lo que podría pasar esta velada. Así que había optado por hablar cambiando un poco la temática de la conversación.
— No quiero sonar desesperada ni nada por el estilo... pero... – dije con sencillez y algo apenada.
— ¿Qué sucede, hermosa?
Había preguntado manteniendo su vista hacia al frente sin dejar de conducir. Sus manos estaban sobre el volante pero eso no le había impedido sonreír. Extendió una de sus manos y sentí como posicionaba esta misma sobre la mía para tomarla y besar mis nudillos tiernamente.
Sonreí leve por el pequeño gesto y muestra de afecto.
— Me duele el trasero — confesé — ¿Ya casi llegamos?
Sonreí al escuchar unas leves risas provenientes de sus labios.
Realmente ansiaba llegar a nuestro destino
Además de la incomodidad tenía la inquietud y emoción de vivir nuestra primera Cita formal. Ver las ideas que tenía sobre una cita.
— Ya falta poco.
Su expresión y sus palabras fueron totalmente tranquilas.
— Ya recorrimos bastante camino — reproché.
Él sonrió bajando la velocidad y deteniéndose en un semáforo en rojo.
Yo seguía viéndolo, de una manera tierna pero verlo Yam inocente me hacía pensar en cosas opuestas a lo que él estaba expresando.
Negué con la cabeza intentando apartar los pensamientos pervertidos de mi mente pero en realidad la semana fue bastante complicada y dura.
¿A quién no se le alborotarían las hormonas con este hombre?
Yo y mis hormonas.
Odiaba y amaba al mismo tiempo que fuera un chico tan atractivo. Eso lograba hacer que mis hormonas flotaran sobre los cielos olvidándose del suelo.
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BLACK // Completa ||EN EDICIÓN
Teen FictionPRIMER LIBRO DE "BLACK" Black. Un sinónimo o definición del color más oscuro en la gama de colores existentes. No hay nada más oscuro que ello. El mismo término lo dice... lo auto describe. Créanme que... al conocerlo no habrá vuelta atrás...