BLACK // Completa ||EN EDICIÓN

Capítulo 32

Vanessa

Había bajado del taxi observando las grandes puertas del hotel. Estaba de pie frente ellas y admirándolas.

Le había pagado al taxista y me acerqué a la puerta. El botones estaba de pie aun costado de la puerta.

— Buenas tardes, señorita — dijo como saludo mientras me abría la puerta.

— Buenas tardes — saludé con amabilidad mientras me adentraba al hotel.

Observé el lugar sosteniendo el bolso sobre mis hombros. Visualicé a la señora que se encontraba en recepción.

Me había acercado a ella dispuesta a hablar intentando contener el enojo que llevaba dentro de mi.

— Buenas tardes — saludé amablemente.

Alzó su vista dejando su taza de té aún lado. Me sonrío y acomodó sus lentes.

— Buenas tardes, señorita. Sea bienvenida al "Hotel guardia" — dijo con amabilidad — ¿En qué podría ayudarle?

— Quería una habitación — dije sonriendo.

El sonido de las teclas de su computadora siendo apretadas sonaban en el lugar.

— ¿Para cuántas personas le gustaría?

— Un individuo — dije con simpleza.

— ¿Categoría...?

—  Sencilla, solo pienso pasar la noche aquí — dije sonriendo.

Ella asintió y segundos después había tomado unas llaves junto un número. Me los extendió.

— Su habitación está ubicada en el cuarto piso sería el número #15. Puede tomar el ascensor o las escaleras, el que sea de su preferencia. ¿Trae usted algunas maletas?

Negué leve.

— No, solo mi bolso. No ocupo ayuda para subir mis pertenencias — dije amablemente.

— Perfecto.

Me dispuse a pagarle la habitación que había pedido. Al estar pagada la señora habló de nuevo.

— Disfrute su estancia en el "Hotel guardia"

— Gracias.

Me di la vuelta para acercarme al elevador rápidamente. Minutos después de buscar la habitación que me habían asignado, estaba dentro y dejando mi bolso sobre la mesa de centro.

Me acerqué a las ventanas para abrirlas. El lugar estaba cómodo. Estaba compuesta por una cama matrimonial, la cual, contenía unas sábanas beiges. Además había dos mesitas de noche al costado de la cama, una puerta para ir al baño, una televisión grande y un sofá en la esquina cerca del balcón.

Era un lugar adecuado para mi y para pasar esta noche. No estaba en mis planes quedarme mucho tiempo en un hotel pero realmente estaba molesta.

Bastante molesta y enfadada con Leonardo.

Quería distanciarme mientras lo estaba puesto que molesta hablaba en ocasiones de más y lo peor de todo es que el aún no reconocía sus errores, pensando que siempre iba a ser lo que él quería o fingir como "Si nada hubiera sucedido".

Era lo que más me molestaba.

Busqué mi teléfono en el bolso dándome cuenta que este mismo estaba en silencio para mi suerte.

En la pantalla tenía 18 llamadas perdidas y 34 mensajes de Leonardo.

No quería hablar con el, ya lo eh mencionado, así que solo decidí dejar el teléfono aun lado.