Un Amor Marvel -Chris Evans

26. No Es Más Que Un Hasta Luego

Al día siguiente me levanto a hacer desayuno, me emociono al ver la sala que sigue llena de globos, Chris está mostrando su lado detallista, me esmero en hacerle unas ricas panquecas ya que no sé cuando nos veamos nuevamente, pico un poco de frutas que tengo, además debo agotar todos los recursos, no quiero dejar comida en mi refrigerador. Ya tengo casi todo listo y aparece Chris en la puerta de la habitación, lleva su torso desnudo, solo está vestido con la parte de abajo del pijama.

Tiene el cabello revuelto, y se aproxima a saludar, estoy aguantando la respiración, su increíble físico me transporta a un lugar oscuro, quiero lanzarme sobre el y hacerle mil cosas.

- ¿Cómo amanecíste preciosa? - pregunta dándome un beso casto.

- Bien - le respondo sin aliento - ¿Te apetecen panquecas? - agrego desviando mis pensamientos.

- Si, muero de hambre.

Acomodo la comida en la mesa mientras Chris está en el baño, le hago formas de corazon a las panquecas y las coloco en los platos, agrego chispas de chocolate, fresa picada y preparo jugo de naranja.

- Que bonito, gracias - dice acercándose a la mesa, ya lleva puesta una franela, cosa que agradezco.

- ¿Cómo dormiste? - le pregunto.

- Muy bien - responde sin mirarme, concentrado en su comida.

- Espero que mi viaje sea por pocos días - digo pensando en voz alta.

- Yo también lo espero, bueno ya casi finalizamos con Infinity, estamos en re-shots de algunas tomas, y arrancamos con Avengers 4, tal vez estés aquí para cuando empecemos con las grabaciones.

- Ojalá, y hablando de eso, supongo que no me puedes dar detalles de lo que va a pasar, digo, hay mucha expectativa sobre el curso que tomará la historia - inquiero fingiendo inocente curiosidad, mientras pico un pedazo de panqueca.

-¿Firmaste contrato de confidencialidad? - pregunta con seriedad.

- ¡Si! - le digo emocionada.

- Igual no te puedo decir, lo siento - dice en tono cortante, lo miro con decepción.

Roza mi mejilla con sus dedos y continúa comiendo mirándome divertido, no insisto, terminamos de comer y me dispongo a hacer la maleta, debo llevar suficiente ropa, luego de lavar los trastes Chris se ofrece a ayudarme a empacar, el tiene experiencia y conoce cómo doblar la ropa magistralmente para aprovechar todo el espacio de la maleta.

Al cabo de un rato tengo mi ropa en la maleta y mi corazón lleno de nostalgia, no sé porque me siento tan triste, Chris me propone que salgamos a dar una vuelta, para ir a almorzar y luego tal vez una película en el cine, así lo hacemos, llegamos a un restaurante algo alejado de la ciudad, donde ordenamos la recomendación del chef, pollo a la naranja con vegetales.

- Te va a gustar California - comenta Chris - Tiene un clima muy parecido a éste, sólo que menos caliente, mi casa en Los Angeles esta a tú disposición, aunque queda un poco retirada de los estudios en Burbank, pero cuando necesites sólo me avisas - dice con generosidad.

- Gracias - le digo agradecida, cada día crece más mi sentimiento por este hombre.

Terminamos a comer y paga la cuenta, nos retiramos y seguimos con el plan de ir al cine, Chris conduce hacia un centro comercial pequeño, de bajo perfil, nos bajamos a ver que hay en cartelera, después de unos minutos nos decidimos por La Liga de la Justicia, queremos ver que tal es la película de la competencia.

Compramos un combo pequeño de cotufas para los dos porque no tenemos apetito y entramos, disfrutamos de la película y al final compartimos impresiones, la verdad es un poco lenta, le falta fuerza a los personajes y los efectos no son muy buenos.