Un Amor Marvel -Chris Evans

29. Cumpleaños Feliz. 1

Chris conduce el vehículo y guarda silencio mientras yo pienso en lo ocurrido, realmente es difícil saber en quién confiar, me siento molesta, que descaro el de Lauren, Chris tiene razón, es claro que no es mi amiga, como podía serlo en tan poco tiempo.

Lección aprendida digo para mis adentros, mientras veo que la vía se torna en una pendiente y nos acercamos a una zona con vegetación.

- ¿A dónde vamos? - le pregunto.

- Ya verás - contesta sin retirar los ojos del camino.

Entramos a un estacionamiento, es un sitio abierto, una especie de mirador, bajamos del vehículo y Chris rodea mis hombros con su brazo mientras caminamos hacia unos asientos que se encuentran al final de la camineria, es el atardecer, el clima es cálido y su cercanía reconfortante, al aproximarnos veo a lo lejos el mundialmente famoso letrero de "Hollywood", la vista es hermosa, el cielo tiene un hermoso tono color rosa, en contrate con el tenue azul que comienza a desaparecer, y a la izquierda tenemos toda la ciudad de Los Angeles.

- Que hermoso - digo fascinada.

- Ven - Chris me toma de la mano y nos sentamos.

- ¿Te gusta? - pregunta.

- Me encanta.

- Normalmente vengo aquí cuando necesito un respiro ¿sabes?, este mundo a veces es demasiado para mí, y para cualquiera, y aquí arriba pongo todo en perspectiva y me relajo, éste es uno de los miradores menos transitados, así que cuando sea demasiado, ya sabes a donde venir - me sonríe.

Le devuelvo la sonrisa y él observa el paisaje nuevamente, detallo sus facciones y suspiro para mis adentros.
¿Por qué es tan perfecto Dios mío?

Nota mi mirada y dirige a mí sus orbes azuladas, no se qué me hipnotiza más, si su mirada o los colores del cielo, lo miro un poco avergonzada.

- Estás preciosa - dice y sube una de sus manos a mi mejilla, la acaricia, mis mejillas pican mientras sonrío.

- ¿Puedo devolverte el cumplido? - le pregunto y sonríe - Me hipnotizan más tus ojos que ese hermoso atardecer - admito.

- Vaya - levanta las cejas. - Eres buena con los piropos - me dice y veo un poco de rosa en sus mejillas.

-¿Qué quieres hacer mañana? - me pregunta.

- Estar contigo - le respondo.

- Buena respuesta - dice sonriendo.

Me recuesto en su hombro y permanecemos así hasta que anochece y decidimos volver al condominio.

- Prepara tus cosas nos vamos a mi casa - dice cuando llegamos.

- ¿Cómo? - Le pregunto sorprendida.

- Vámonos a mi casa, allí estaremos más cómodos.

- Aquí estamos bien - le digo.

- Vamos has tu maleta - insiste.

Al cabo de un par de horas estamos entrando a una lujosa mansión en un exclusivo vecindario, la casa es hermosa, rodeada de árboles, decorada en colores claros, pisos alfombrados, apenas entramos están las escaleras a mano izquierda y a mi derecha veo el salón contiguo, una especie de sala de estar y adelante de mi una puerta que lleva a la cocina, Chris me hace un pequeño recorrido, la casa es bonita, y muy acogedora. Salimos al área de la piscina y allí nos sentamos un rato a conversar.

- Esta semana debo estar en New York - me explica - ya se materializó mi contrato para la obra en Broadway, así que debo elegir apartamento cerca del teatro, luego de eso iré a Boston a visitar a mi familia unos días antes de volver a Atlanta, uno de mis sobrinos estará de cumpleaños y quiero estar presente.