Un Amor Marvel -Chris Evans

28. Celos

Me dirijo a Pratt, está sirviendo dos tazas de café.

- ¿Era Evans? - me pregunta ofreciéndome una de las tazas.

- Si, era Chris, llegó a la ciudad, viene en camino - respondo.

- Bueno esa es mi señal de salida - dice dando un sorbo a su café.

- Disculpa, no quiero que te vayas así - le digo.

- Tranquila pequeña fue un placer para mí haber cuidado tu borrachera - Que vergüenza siento - Necesito llevarme tu carro, no hay otra forma de salir de aquí - finaliza.

- Está bien - hago ademán de buscar las llaves pero el ya las tiene a la mano.

Se acerca a mi, me da un beso en la mejilla y me mira fijamente por unos segundos.

- Debería quedarme y esperar a Evans, a ver si así te deja libre para mí - me dice con esa sonrisa pícara tan suya .

También sonrío, sé que está bromeando.

- Debes ser sincera con él, de cualquier forma se va a enterar - dice hablando en serio.

- Si, lo sé - contesto bajando la mirada.

- Le puedes ocultar la parte en donde me resistí a besarte - me guiña un ojo, besa mi mejilla nuevamente y abre la puerta saliendo del departamento. Suena mi teléfono es Evans nuevamente.

- Preciosa, estoy en camino a Burbank ¿en dónde es el condominio?

Le doy la especificación en pocos minutos y al colgar me llega un mensaje de WhatsApp:

¿Me puedes explicar qué es esto?

Es de Jen, seguidamente llegan varias fotos y las abro, tardo un poco en asimilar que son de anoche, mías con Pratt, salimos en varias de ellas conversando, riendo, y luego camino al carro saliendo del bar, doy gracias a Dios que mi aspecto era presentable a pesar de mi embriaguez.

Extraño los días en los que mi vida no era fotografiada. Suspiro

En realidad no es mi vida, es la de las personas con las que salgo.

Cierto, no es por mí es por ellos. Tocan a la puerta, abro y allí esta Evans, tan guapo como siempre, trae gorra y lentes de sol, es lo que alcanzo a ver pues me lanzo a sus brazos, me rodea con ellos en un abrazo, busco sus labios con los míos y nos besamos unos segundos, siento su barba menos larga, al separarnos noto que la ha rebajado un poco, se quita la gorra y veo que su cabello también está más corto, tiene un suéter blanco ajustado que le marca sus musculosos brazos.

- Hola amor - le digo con una sonrisa.

- Hola preciosa - se retira los lentes y aprecio su hermoso rostro iluminado con una sonrisa. Reprimo un suspiro y me hago a un lado para que pase con sus maletas, cierro la puerta tras de mí , tengo que decirle sin rodeos que estuve en compañía de Pratt.

- Amor tengo que contarte algo - le digo mientras entra al departamento y observa todo a su alrededor.

Voltea hacia mí y le hago señas para sentarnos un momento en el sofá.

- ¿Qué sucede? - dice en tono preocupado.

- Es que anoche los chicos con los que estaba en el bar, son amigos de Pratt, y lo invitaron, el fue quien me trajo a casa porque yo no estaba en condiciones de conducir.

Me mira unos segundos con seriedad.

- Pues gracias a Dios estabas con el - su respuesta me deja sorprendida.