El Cuento Del León Y El Lobo

Capítulo 15

Se quedó paralizado mientras Deku se tapaba la cara con sus manos enguantadas. Empezó a susurrar incoherencias y tonterías mientras se tapaba toda la piel de su cara. Menudo idiota. ¿Quererle a él? ¿Quién podía quererle? Era horrible, se lo decían constantemente en su hogar, todo el mundo además (no sólo su madre).
Le miró un rato más y no supo que contestar. Era extraña esa sensación de no querer hacer daño, pero a la vez no poder evitarlo. ¿Deku se había enamorado de un hombre? ¿Además siendo de otra tribu? ¿Aquello no estaba prohibido? Ahora sí que tenía un problema.
-Deku, yo...
-¿Sabes qué? -le cortó desesperado. -Olvidalo, ¿De acuerdo? No es importante para ti de todas formas, así que, olvidalo. No ha pasado nada. -y se sentó de nuevo lejos de él y miró al fuego fijamente.
Katsuki se quedó ante él sin poder dar crédito a lo que veía. Le quería, le quería lo suficiente como para dejarle. Era bonito y Katsuki lo respetaba y admiraba, pero ellos jamás...
Espera.
¿Ellos? ¿Desde cuando eran ellos y no él? Y entonces se hizo la pregunta que tanto temía: ¿Y él? ¿Quería a Deku? Era verdad que casi había optado por quedarse con él y vivir juntos, había pensado en dejar de buscar una manada para quedarse con él. Eso, debía de ser amor. Sino, ¿Qué era? Pensaba dejar sus principios para ver mundo con él, eso quería decir que no quería separarse de él y eso quería decir...
-Deku.
-No importa Kacchan, olvidalo, ¿Vale? -suspiró tristemente.
Katsuki se acercó hasta donde estaba sentado Deku y le miró fijamente hasta que el lobo tuvo la suficiente fuerza de voluntad de mirarle a los ojos. -¿Qué pasa? -contestó enfadado Deku. -Ya sé que no sientes lo mismo, lo sé. No hace falta que me lo restriegues por la cara, ya tengo suficiente vergüenza...-y sin dejarle acabar le cogió por la mandíbula y le besó. Sus labios estaban fríos, pero eso no le importó. Cerró los ojos y sintió, eso fue lo único que hizo, sentir. Deku, cuando salió de su asombro su cara se tiñó de rojo y después empujó a Katsuki para que se apartase de él.
-¡No hagas eso!
-¿Porqué? -respondió Katsuki igual de colorado. -¿Qué tiene de malo?
-¡Qué lo estás haciendo obligado! Porque te doy pena.
Katsuki se acercó de nuevo y le miró fijamente.
-Eres patético.
-Gracias.
Después de eso le cogió del mentón y le volvió a besar dulcemente. Esta vez, Deku fue listo y se dejó llevar. Poco a poco se empezaron a explorar el uno al otro. La sensación de ser correspondidos les invadió. Y cuando se separaron la segunda vez se miraron fijamente.
-Eres un idiota.
-Pero lo haces por pena.
-Yo no he dicho eso en ningún momento. -y después de eso, los labios de Deku formaron una sonrisa encantadora.
-No me lo creo. -dijo Deku después de un rato.
-Pues te jodes.
-¡Kacchan!
-¿Qué? No voy a decírtelo. No seas pesado. Sabes que no soy un sentimental, como tú.
-Kacchan...
-No.
-Venga, tú puedes. Quiero oírlo.
-Deku...-empezó a decir. -...te quiero...-y con eso ya estaba satisfecho Deku. -...devorar. -se quedó paralizado ante aquello. Después se volvieron a besar lentamente y riendo. Entre el beso Katsuki dijo:
-Sabes que no lo iba a decir.
-Lo sé. -y se volvieron a besar felizmente.
La noche siguió su curso tranquilamente hasta que de repente notaron que el fuego dejaba de brillar. Se separaron de sus besos y miraron que había ocurrido, pero no pudieron ya que les dieron en la cabeza y les dejaron inconscientes. O eso pensó Kacchan.