Me amaras al amanecer

vigésimo quinto amanecer.

¿Qué pasa cuando alguien con las hormonas hasta el tope y un tonto celoso viven bajo el mismo techo?

Fácil se desata la 3° guerra mundial.

Kuchel tomaba una relajante taza de té mientras escuchaba la discusión de Eren y Levi más de una hora y ninguno se callaba.

Eren: ¡deja de ser tan celoso!

Levi: ¡Te estaba viendo el trasero!

Eren: ¿Y después vio tu puño?

Levi: ¡Si!

Eren: Eres un...

Cuando Levi quiso abrazar a Eren este lo alejó.

Eren: Ni el bebé ni yo queremos abrazos, vete a celar a tu abuela.

Levi: ¿Que? Ah pero no fuera el cara de caballo el que te abraza porque hasta bailas.

Eren: ¡Eres horrible! ¡CELOPATA!

Levi: ¡ES QUE TODOS TE VEN Y NO ME GUSTA!

Eren: ¿Y tenías que dejar inconciente a Jean?

Levi: Me provocó.

Eren: Entonces golpearé a Petra en su gordo trasero la siguiente vez que me provoque.

Mikasa: Eren da miedo enojado.

Jean: No tanto como tú primo ¿se ve mal mi ojo?

Kuchel: Con unos lentes lo disimulas bien.

Kenny: Esos dos o se matan o salimos de la casa.

Kuchel: Cenemos fuera ¿vienes Jean?

Jean: No quiero molestar.

Kenny: Vamos muchacho, será horrible escucharlos tener sexo de reconciliación.

Eren salió enojado de la habitación, el bebé se movió un poco cuando el castaño se calmó.

Eren: ¿Y si comemos un poco de cerezas y helado?

El ligero golpecito pareció confirmar lo que Eren sugería.

Levi se paseaba como león enjaulado por su habitación, tragándose su orgullo bajo para buscar a Eren y pedir una disculpa, cuando lo vio en la cocina chupando la cuchara llena de chocolate sonrió de lado.

Levi: Hay tantas cosas que quiero hacerte y todas involucran que estés cubierto de chocolate.

Eren: Ni lo pienses, estas en abstinencia todo el mes.

Levi: ¿A si?

Eren: S-si.

Levi: Ya lo veremos.