Me amaras al amanecer

décimo séptimo amanecer.

Después de pasar esos tres días solos, Eren agradecía que el clima estuviera frío, excusa perfecta para utilizar una playera de manga larga y cuello alto para ocultar los chupetones que Levi le había dejado.

Aún así la sonrisa boba no se iba de su rostro, Levi lo trataba con tanto cariño que lo hacía sentir en las nubes, estaba tan distraído que olvidó algo importante todos esos días.
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Otro mes se hacía presente Eren se miraba en el espejo de cuerpo completo, definitivamente tenía que dejar de comer postres y dulces junto a Mikasa, su vientre estaba algo inflamado y por lo mismo sus pantalones no le cerraban o si lo hacían se sentía asfixiado.

Mientras se observaba con calma y detenimiento, Levi recibía una llamada.

Levi: Gracias iremos cuanto antes.

El azabache entró a la habitación que compartía con el castaño viendo como este hacía muecas mientras tocaba su vientre, se imagino a Eren en un par de años haciendo lo mismo pero con un vientre más grande.

Cuando Eren lo vio sonrió fijando sus esmeraldas en Levi.

Levi: Eren, detuvieron a tu ex el oficial a cargo quiere verte.

Eren borro su sonrisa, el dolor y tristeza llegaron hasta el.

Eren: Sólo no me dejes, por favor no me dejes sólo con el.