Sexagésimo noveno amanecer.

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Un mes, un maldito mes sin Eren a su lado.

Se estaba volviendo loco, ver a su hija más pequeña crecer sin el castaño a su lado, ¿cuanto más duraría esto?

Kenny: Enano.

Levi: ¿Alguna pista?

Kenny: Nada, pero tu hijo con Petra también desapareció, no saben de el desde hace un mes.

Levi: ¿Y por qué yo no lo sabía?

Kenny: No hay denuncia por desaparición, resulta ser que el mismo día en que Eren desapareció lo hizo el niño, horas antes pero el mismo día.

Levi: Entonces fue ella.

Kenny: Puede ser, es muy lista para evitar que la descubran, y por cierto el mocoso me dijo quien le contó sobre esa criaturita que no llegó a este mundo.

Levi: Fue ella.

Kenny: Si, veré si mis contactos la pueden investigar extraoficialmente.

Levi: Por favor.

Kenny: Me voy, deberías dormir.

Levi: Si, gracias viejo.







Levi se debatía entre marcar o no aquel número,  tal vez ella hubiera cambiado de teléfono y número, si era así su plan no funcionaría.

Uno, dos, tres timbres sin que contestará, cuando estaba por colgar la voz de el otro lado lo detuvo.

Levi: ¿Podemos vernos?

Me amaras al amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora