Me amaras al amanecer

Septuagésimo tercer amanecer

Todo le daba vueltas, su cabeza dolía y su cuerpo se sentía pesado.

Frente a ella estaban las mujeres de la familia Ackerman, Levi parecía inspeccionar cada una de sus reacciones.

Levi: ¿Donde están?

Petra: No se de quien hablas.

Mikasa: Eren y el niño ¿Donde están?

Petra: No se a donde se fue de zorra su querido Eren.

Una bofetada fue la contestación de Kuchel, tomandola de el cabello la encaró para preguntar de nuevo.

Kuhel: Hablas ahora o te obligo.

Petra: No se atrevería.

Tomando a la chica de manera ruda Kuchel la arrastró hasta la cocina, por más  que Petra se removiera el agarre sólo se hacía más fuerte, abrió los ojos cuando la madre de Levi prendio una de las orillas de la estufa.

Kuchel: No estoy jugando.

Petra: ¡No! ¡Yo no se donde están! ¡Levi!

Mikasa: Tía.

Kuchel: ¡Habla de una vez!

Petra: ¡En estos momentos deben estar saliendo de el país!

Kuchel: ¿Qué?

Petra: No se adónde, sólo que salieron de el país.

Levi: Iré al aeropuerto con el viejo.

Mikasa: Llamaré a Hanji.

Kuchel: Tu y yo aún no terminamos.

Eren revisó por última vez que nadie los hubiera seguido, la pequeña habitación que pudo rentar dejando su anillo de matrimonio como pago les permitió refugiarse de el tipo y descansar.

Eren: Tranquilo Alex, come.

Alex: Tengo miedo.

Eren: También tengo miedo, pero te voy a cuidar.

Alex: Yo prometo cuidarte.

Eren: Anda come, haré una llamada.

Eren: Amor, estamos bien, pronto iré contigo.