Septuagésimo sexto amanecer.

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Mikasa conducía lo más rápido que las leyes lo permitían, por momentos deseaba arrojar de el auto a su primo sin importar que el vehículo siguiera en movimiento.

Mikasa: Basta no quiero una estúpida multa por exceder el límite.

Levi: Entonces yo conduzco.

Mikasa: Ni loca, mejor calmate y revisa la dirección en el gps.

Levi: Da vuelta en la siguiente salida.

Mikasa: Ya, ahora relájate.

Levi estaba ansioso apenas el auto de Mikasa se encontraba en la dirección que indicaba el gps se bajo de el vehículo para correr la distancia que lo separaba del amor de su vida.

Y ahí estaba, en el jardín de aquella casa con los ojos cerrados sintiendo la brisa mover sus cabellos y el sol bañar su piel, ¿siempre había sido así de hermoso?, como si su vida dependiera de ello salto la pequeña reja para abrazar al castaño.

Eren sonrió cuando sintió los brazos de Levi rodearle, poco a poco abrió los ojos para ver al amor de su vida frente a él examinandolo como si de un sueño se tratase.

Eren: Llegaste 5 segundos tarde.

Levi: Mikasa tuvo la culpa.

Eren: Te extrañe.

Levi: No más que yo.

Eren: Ya estás aquí.

Levi: Estamos aquí.

Eren: ¿Hasta el final?

Levi: ¿Me llevarás contigo?

Eren: Siempre.

Levi: Entonces hasta el final.












Me amaras al amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora