Me amaras al amanecer

Sexagésimo tercer amanecer.

Levi paseaba sus frías manos por el vientre de Eren, el bebé como respuesta pateaba bastante fuerte.

Eren: Basta.

Levi: Pero si a él o ella le gusta que juegue ¿verdad bebé?

Eren: ¡Mi costilla! ¡Lechuga muerde muerde!

Levi: Con que esas tenemos, utilizas al pulgoso menor como escudo, ya verán.

Mientras la pareja pasaba un rato de calma, Kin no podía creer lo que escuchaba.

- Te digo la verdad mi niño, Levi no es tu padre, Eren perdió a su primer hija y para no perder a tu, perdón a Levi se buscó quien lo embarazara de nuevo.

Kin: No es verdad.

- Pregúntale a Eren por tu hermana, yo no miento, ves esa cripta, ahí descansa tu hermana.

Kin confirmó lo que aquella persona le decía, con el corazón herido y mil dudas corrió hasta su casa.