Cuadragésimo noveno amanecer

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Eren soltó una risa cunado un Levi nervioso lo vio probar la comida.

Eren: Sabe bien.

Levi: Es bueno saberlo, casi quemó la cocina de mi madre.

Eren: Levi, espero que tu madre no te golpeara con el sartén.

Levi: La pala de madera.

Eren: Amor, eres único.

Levi: Y tú eres un sol.

Eren: ¿Cuándo tendremos que venir a vivir aquí?

Levi: Cuando tu quieras, las habitaciones de los niños ya están armadas, falta la nuestra y comprar las camas para Pulgoso uno y Pulgoso dos.

Eren: Mañoso, lo tenías todo bien pensado ¿verdad?

Levi: Si, quiero lo mejor para ustedes, ¿quieres un poco de vino?

Eren: Sólo un poco.

Algunas copas después...

Eren: ¿Cómo carajo se quita esto?

Levi: Estas tan ebrio que no puedes.

Eren: Mira quién habla, ¿por qué rompes mi camisa?

Levi: Estorba.

De manera torpe la pareja se dio un beso, con Eren recostado sobre la alfombra, el azabache estaba dispuesto a hacerlo suyo, eso hasta que escucho los ronquidos de el castaño.

Levi: Tan bonito y tan ruidoso.

Me amaras al amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora