Capítulo 3.

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VIERNES, MAYO 05, 2017.

El timbre sonó y yo me levanté en un instante.

Había pasado la mayor parte de mi receso estudiando para la prueba que daría en un par de minutos.

Era difícil creer que yo era un chico estudioso.

La mayoría de las personas me tenía como uno de los más problemáticos y populares del colegio y que fuera gran estudiante era bastante sorpresivo.

Para mí no lo era. Sabía que yo no era nada de lo que ellos decían. Sólo era un chico con miedo de todo.

—¿Vienes?

Steve se acercó a mí junto con un balón en su mano.

Su cabello estaba mojado al igual que todo su cuerpo. Me gustaba verlo así, después de hacer ejercicio parecía lucir mucho más sexy que antes.

《No pienses eso.》

—¿A dónde?

Esperaba que se refiriera a la clase pero sabía que era una probabilidad muy baja.

—A mi casa. Tengo algo que mostrarte.

Antes de que se diera vuelta y saliera corriendo me guiñó con una hermosa sonrisa en su rostro.

《Imbécil.》

Lo ignoré y seguí concentrado en que mis cuadernos no se cayeran de mis manos. Estaría mucho más relajado si los cuadernos y libros que llevaba fueran pocos y no la mayor parte de ellos. Debía haber traído mi mochila, sin embargo en un principio creí que sería una molestia para mí.

Mis ideas no eran las mejores.

Todo mi grupo de amigos ni siquiera habían hecho el esfuerzo para estudiar. Cuando les pregunté si alguien me iba a acompañar todos prefirieron ir a jugar fútbol.

Incluso Steve.

Quizá era eso lo que detestaba de mi grupo de amigos. Todos eran vagos.

Había un par de veces en los que me dejaba llevar y los acompañaba en sus "aventuras" pero parecía importarles tan poco los estudios que no podía siempre estar junto a ellos.

Debía enfocarme también en mí.

Toda la gente pasaba con rapidez sin percatarse de no empujarme. Trataba de que ellos no lograran tirarme pero con tanta gente amontonada a mí alrededor fue imposible que no terminara en el suelo.

Maldije.

Tenía que llegar rápido al salón o posiblemente todo lo que estuve estudiando no valdría la pena. Junté todos los libros cerca de mí para que las demás personas no los pisaran.
Los recogí tan rápido como pude y seguí con mi camino.
Los pasillos dejaban de estar llenos de gente.

《Demonios.》

Si todos estaban desapareciendo era porque estaban en sus respectivas clases. Me estaba demorando demasiado.
Seguí caminando viendo como un par de chicos de mi clase corrían para no llegar atrasados.

《Ve más rápido.》

Si me movía más rápido volviera a caer y eso no era para nada bueno.
El salón de clase no estaba fuera del edificio en el que estaba por lo que al menos no tendría que caminar tanto.

Estando a pocos pasos de llegar la sensación de alguien empujando fuertemente mi hombro hizo que maldijera una vez más.

Caí por segunda vez sólo que mi paciencia se había esfumado.

Estancado en tu mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora