JUEVES, SEPTIEMBRE 07, 2017
Alejandra estaba embarazada. Alejandra estaba embarazada.
Mi mente repitió esas tres palabras constantemente durante el último mes. Y cada vez que aparecían, me destrozan un poco más.
El lunes habíamos comenzado un nuevo año escolar, lo que significaba dos cosas. La primera era que Alejandra iba a estar de vuelta en nuestras vidas una vez más.
La segunda era que lo que quedaba de mi relación con Noah debía estar mucho más oculta. Y eso era una completa mierda.
Aún no entendía cómo es que seguía con él. De qué forma me había convencido para no acabar la relación. Llevamos dos meses de novios, y me encantaba eso. Pero cada vez que parecía estar disfrutando cualquier momento con él, en mi mente aparecía Alejandra.
—¿Estás listo por comenzar otro año, Carven? —preguntó Noah.
Mi respuesta era clara. No lo estaba. No tenía ni idea de qué forma iba a afrontar este año sin derrumbarme, ni cómo iba a afrontar cualquier tipo de relación con Noah.
Sin embargo, le mentí. Le dije lo que quería escuchar y al menos de esa forma, dejaría de preguntarme eso por un par de días.
—Sí, Noah. Alejandra no será un problema para mí.
Mis padres ya no me preguntaban con tanta frecuencia en donde estaba, porque estaban seguros de que estaba saliendo con alguien. Cada vez que me quedaba en una habitación solo junto a mi padre, entendía cuál era la preguntaba qué diría a continuación: ¿Cómo se llama la chica?
Durante todo el mes, traté de evitarlos lo más que pude. Cuando llegaba, iba directamente a mi habitación y los ignoraba por completo. Y en el momento de desayunar con ellos, inventaba cualquier excusa para no estar ahí.
No pensé que, en algún momento, iba a hacer aquello.
—¿Quieres pasarme mi ropa?
Me levanté de su cama, y busqué dentro del armario de Noah su uniforme.
Durante los cuatro días que llevábamos de clases, había pasado casi todas las mañanas abrazando a Noah en su habitación. Y era lo mejor. Cuanto sentía sus brazos alrededor de mí, o buscando mi cintura para arrimarme más a él, me hacía olvidar de todo lo que sucedía.
Durante esos instantes en su cama, olvidaba a mis padres y a Alejandra. Simplemente disfrutaba de estar junto a él, y nada más atravesaba mi cabeza.
Sin embargo, siempre caía devuelta en la realidad.
Faltaban casi diez minutos para entrar a clases, pero ninguno de los dos tenía intenciones de ir. Ese era el último año de Noah, sin embargo, no estaba entusiasmado por aquello. Sus amigos habían dejado ya el colegio, y el único que faltaba era él.
A mí todavía me faltaba dos años para hacerlo, y estaba preocupado. No tenía claro que carrera iba a seguir en la universidad, ni a qué universidad iría a inscribirme. No tenía claro si aún continuaría viviendo con mis padres, o si ya me habrían echado de la casa.
Sin embargo, la mayor de mis preocupaciones, era si aún continuaría con Noah.
Y de alguna manera, eso me enfurecía. No tenía claro, en que momento Noah se había convertido en mi mayor preocupación, y había dejado a un lado todos mis sueños anteriores.
—¿Piensas quedarte ahí acostado, o venir a clases conmigo?
—Créeme, quisiera quedarme aquí acostado.
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Estancado en tu mirada.
Storie d'amoreCuando Carven descubre a su novio, Noah, siendole infiel su mundo cae a pedazos. A pesar de las peleas y los gritos que ambos tenían de vez en cuando, Carven nunca se hubiera imaginado que él le haría algo por el estilo. Devastado, Carven deberá dec...