Estancado en tu mirada.

Prólogo.

SÁBADO, JUNIO 09, 2018.

Me encontraba devastado.

Consumido por la oscuridad en la que había entrado por su culpa.

La fuerte lluvia hacía que me sintiera mucho peor de lo que ya me sentía. Las gotas impactaban contra la ventana rompiendo todo el silencio que había en la habitación.  El panorama no era el mejor.

No podía explicarme como había permitido que alguien me hiciera eso. No entendía por qué había sido tan ingenuo al creer en lo que decía. Sus palabras habían sido mentiras que preferí aceptarlas a ignorarlas. Finalmente terminé creyéndo que todo lo que decía era cierto.

《Eres un idiota.》

Maldijé y una vez más volví a llorar. No quería sentirme de esa forma. No quería sentir como si mi mundo entero se hubiera devastado por una persona. Era divertido todo aquello en realidad. Hacía falta una sola persona para que pudiera destruir todo tus sentimientos.

Me repetía a mí mismo una y mil veces que no era un ingenuo por haber creído en sus palabras pero sin embargo lo era.

No entendía como las personas podrían quebrarse por el simple hecho de una relación. No tenía ni la mínima idea de cuanto las personas podían llegar a destruirse por dentro por alguien.

No hasta que yo lo viví.

Era irónico. La gente muchas veces prefiere aferrarse a las cosas que los daña en vez de superarlos.

Yo había sido uno de ellos. Incluso lo seguía siendo. Prefería aferrarme a sus recuerdos, sus besos y a todo lo que había hecho por mí. Tenía que dejarlo atrás pero era inevitable que no aparecería en mi mente a cada instante.

Quería creer que era mi culpa, todo aquello. A veces deseaba creer que yo había arruinado las cosas entre nosotros. Pero no era cierto. Era su culpa, todo lo que sucedió fue por su maldita culpa.

En aquella noche, me arrepentí de haber besado a Noah meses atrás. Me arrepentí de haberlo tomado entre mis brazos cuando lo encontré llorando en la vereda de esa desolada calle. Me arrepentí de tantas cosas que me sorprendí.

No debía arrepentirme de nada.

Deseaba que el camino que ambos habíamos tomado hubiese sido de otra forma. Pero no había sido así.
Noah había escogido un camino en el cuál yo no me encontraba. Había escogido a alguien que no era yo.

Y eso me mataba.

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