LUNES, MAYO 22, 2017.
El señor Soria se veía mucho más imponente que siempre. Su traje arreglado y su expresión preocupada hacían que en parte me sintiera mal por lo que estaba sucediendo a pesar de que no fuera mi culpa.
Arturo había tenido un lavado de estomago debido a que se intoxicó por el alcohol.
Dakota me había explicado que esto había sucedido veces antes pero que debido a Arturo ella no había dicho nada. Sus padres le habían hablado con una voz tan autoritaria que incluso yo estuve agachado.
Fernando Soria era una de las personas que no necesitaban muchas palabras para expresar lo que sentía pero que a pesar de eso, sabías que habías hecho mal.
—¿Se encontrara bien?
Dakota no paraba de preguntar a los doctores con lágrimas en sus ojos. No era por ser malvado, pero si algo le hubiese sucedido a Arturo era culpa de su hermano. E incluso ella misma lo sabría.
Para suerte de todos, los doctores le había asegurado a la chica que nada malo le sucedería. Al menos, eso era una noticia buena.
Estuvimos en el hospital por un par de horas, lo que provocó que mi mente dejara de pensar en Noah. Se sentía como si hubiese pasado un siglo desde que Dakota y yo tuvimos aquella conversación donde Noah se besaba con otra chica.
Al principio, me sentí traicionado y con ganas de llorar. Sin embargo, no lo hice. Mis emociones habían cambiado por una gran decepción. Y estaba claro que hasta no hablar con él, no iba a poder cambiar de opinión.
Entré en la habitación para encontrar un Arturo bastante irritado y enojado sobre una cama de hospital. Recordarlo dando convulsiones hizo que un alivio apareciera en mi pecho al verlo mucho mejor.
—¿Cómo estás?
—Mejor de lo que parezco.Su voz se escuchaba un poco más ronca que de costumbre, sin embargo aún podía notar la ira en ella.
—¿Desde hace cuánto bebes tanto?
—No es por ser un idiota, pero creo que eso no te interesa.
Me reí.
La situación con Arturo era que no éramos mas que conocidos. Gracias a Dakota, hablábamos de vez en cuando pero nunca con profundidad. A pesar de eso, él era alguien que me importaba.
—No me gusta ver a mis amigos tirados en el suelo dando convulsiones, Arturo.
El chico me miró con furia pero no dijo nada.
Pasaron un par de minutos, hasta que me acerqué y me senté a su lado. El chico miraba a la pared blanca, debido a que esta no tenía ninguna ventana.
—¿Vas a decirme que sucedió?
—No sé quien soy últimamente —suspiró.Sus ojos avellana se veían tan oscuros y opacos que parecían marrones. Miré como su muñeca temblaba, y a pesar de que trataba de que parara no podía.
—Estarás bien.
Antes de ponerse a llorar, Arturo se acercó a mí y me abrazó. No entendía si se debía a la medicina o porque necesitaba a alguien.
A pesar de que la cercanía de un chico me aterrara, no pude contenerme. Así que lo abracé. Luego de conversar por un par de minutos, salí de la habitación con la esperanza de que la charla que tuvimos sirviera de algo.
Me despedí de los padres de Arturo, y antes de salir del lugar Dakota me detuvo.
—¿Qué sucede?
—Un amigo de Noah llamó preguntando por ti.
—¿Qué pasó?
—No lo sé. Pero me dijo que fueras a la casa del chico.
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Estancado en tu mirada.
Любовные романыCuando Carven descubre a su novio, Noah, siendole infiel su mundo cae a pedazos. A pesar de las peleas y los gritos que ambos tenían de vez en cuando, Carven nunca se hubiera imaginado que él le haría algo por el estilo. Devastado, Carven deberá dec...