Capítulo 21.

826 76 1
                                    

LUNES, MAYO 21, 2017.

Los días pasaron y yo me sentí mucho más cercano a Noah. Mi familia no pasaba la mayor parte de tiempo en casa, por lo que podía salir y meter gente cuando quisiera.

Eso hicimos Noah y yo durante una semana.

El chico solía llevarme en su moto a su casa, y yo en bus a la mía. Pasando un día disfrutábamos de nuestra compañía en la casa del otro.

La obra, era un detalle importante en nuestras vidas que empezamos a tomarnos enserio. El final del año estaba tan cercano que si continuábamos sin hacer nada, iba a suspender. Y no quería eso.

Noah dijo que yo interpretaría a Dorian Grey, pero en su etapa final. Un joven apuesto que al final, muere por sus errores.

Busqué el final en Internet y supe porque Noah había escogido aquella obra. Dorian Grey no solo te mostraba lo malo del mundo y los errores que estos llegaban a provocar.

Mostraban la vida, la muerte, el deseo y la crueldad del ser humano.

Por eso, a pesar de que no me gustara leer. Esperaba conseguir una copia del libro para descubrir por mi propia cuenta que clase de obra había escrito Oscar Wilde.

—No soy pintor, ni tu tampoco. ¿Quién va a hacer el retrato?
—No te preocupes, lindo. Tengo un amigo que diseña grandes obras de pinturas.

Los apodos que me decía estaban sobrevalorados. A pesar de eso, cada vez que lo hacía mi corazón latía con fuerza y en mi estómago un millar de mariposas revoloteaban chocando entre sí.

—El escenario, ¿cuánto dinero crees que gastemos?
—Quizá treinta dolares. O más. Tenemos que hacer mucho para la parte trasera, además la mascara que te pondremos debe ser perfecta.
—¿Pareceré un monstruo?
—Él más guapo de todos.

Golpeé a Noah en el hombro mientras miraba con detalle los dibujos a lápiz que tenía hecho sobre el escenario.

—¿No crees que debamos empezar a practicar nuestros diálogos?
—Dentro de una semana. Debemos enfocarnos en todo acerca del escenario.

Esa tarde, por mucho que ansiaba besarle y estar acostado sobre el sillón tocando su cabello lo único que mis manos tocaron fue las tijeras al recortar pedazos de cartón.

MARTES, MAYO 22, 2017.

Llegué tan pronto como pude al colegio para conversar con Steve. Entre tantos trabajos, deberes y Noah había olvidado a mi amigo por completo.

Su relación con Irene no se encontraba tan estable como esperaba, por lo que estaba bastante deprimido por eso.

—De verdad, ¿no puedes ir a arreglar las cosas con Irene?

Ambos bebíamos un par de malteadas en la mesa. El resto de nuestro grupo decidió ir a jugar fútbol para permitirnos conversar.

Todos sabían el estado en el que el chico se encontraba, y sabían que me necesitaba.

—No es tan fácil. Estábamos tan bien y de repente todo cayó en picada.
—¿Qué sucedió?

Steve comenzó a hablar.

Durante toda la conversación, presté atención al chico. A veces ignoraba lo que decían pero no si se trataba de eso, si era algo importante siempre estaría ahí para él.

Steve me había apoyado en problemas que tuve, e inconscientemente su compañía había sido un gran alivio para mis males.

Irene y Steve era una pareja que me agradaba. Ambos se apoyaban mucho y desde que estuvieron juntos su progreso como personas había sido increíble.

Estancado en tu mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora