Capítulo 28.

743 71 5
                                    

VIERNES, JULIO 13, 2018.

Dakota y Steve estaban bastante asombrados de lo que hablaba. Yo ni siquiera tenía entendido como lo habían descubierto.

Irme de viaje con mi hermano era la opción más viable. Faltaban un par de semanas para salir a vacaciones, lo que provocaba que la decisión aún estuviera en duda para mi mente.

A la única persona que le había dicho algo era a Arturo. Y las cosas no habían acabado bien. No entendía la razón por la cual todo el colegio había descubierto aquel tema.

—¿Tu hermano te lo propuso? —exclamó Dakota.
—¿Quieres irte? —continuó Steve.
—¿Estarás bien?

Ambos hacían preguntas unas detrás de otras. Yo no tenía tiempo a responder por lo que permitía que siguieran hablándo.

Al darse cuenta de eso, los dos decidieron quedarse callados.

—Mi hermano me preguntó si quería acompañarlo...

La historia comenzó contando a los chicos acerca de mi hermano, resumiendo y omitiendo cosas que no eran importantes.

Estuve en dudas si contar lo que había dicho a Arturo pero al final no lo dije. No era tan importante para la historia.

—Creo que podría aceptar la propuesta...

Mis amigos no parecían tan sorprendidos como esperaba. Sus reacciones me demostraron que estaban conmigo en cualquier decisión que tomara.

Incluso si aquella era irme.

—Carven, volvimos a ser amigos después de lo que pasó con Noah, tanto que si te vas me dolería que te alejaras otra vez —susurró Dakota, con la cabeza gacha tratando de no mirarme. Ya que si lo hacía, ambos podríamos llorar—. Pero si es lo que quieres prometo apoyarte, digo somos mejores amigos. Espero que eso no cambié...
—Púdranse. No voy a poder superar ese discurso ni por más que me esfuerce.

Los tres reímos.

—Carven. Lárgate de aquí. Te amo y todo pero puede que crezcas como quieres en el extranjero. Desde que te conozco has sufrido por ser el mejor y tener la oportunidad de estudiar en otro lugar. Esta es tu oportunidad —añadió Steve, con un tono de voz tranquilo—. No la desaproveches.

El timbre de clases sonó. Empezamos a caminar abrazados por un rato hasta que cada uno tomó un camino diferente.

Me adentre en mi curso y desde hace un par de días me sentí tranquilo. La idea seguía pareciéndome tentadora pero no parecía que estuviera listo para irme.

Fue por eso que escribí a alguien más que fuera capaz de ayudarme a decidir. Samuel.

*
En cuanto las clases acabaron salí corriendo con entusiasmo y algo de nervios. La última vez que había visto al chico me encontraba drogado. Iba a ser un poco extraño hablar con él sin efectos de drogas.

Llegué al estacionamiento donde el chico ya me miraba con una sonrisa. Samuel tenía el cabello negro cayendo a un lado del rostro, sus ojos cafés brillaban con cierta lujuria y la tez morena que tenía combinaba a la perfección con la ropa que había elegido. También distinguí que su clásico cigarro continuaba entre sus dedos.

—Vámonos. No extraño nada de este colegio más que a ti.

Samuel recorrió su coche hasta llegar hasta la puerta del mismo acariciadolo con cierto cariño. Me demoré un rato en entrar al quedarme respondiendo un mensaje acerca del baile de graduación.

Al llegar a su coche la música de trap sonaba en un alto volumen. Miraba en sus ojos lo ansioso que estaba y no podía creer que yo también lo estuviera.

Estancado en tu mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora