Capítulo 11.

1K 91 21
                                    

SÁBADO, MAYO 13, 2017.

Desde hace tres horas ya estaba listo para salir.

Noah y yo no habíamos parado de hablar desde el día anterior acerca de la salida al cine.

Estaba bastante emocionado por ir junto a él a pesar de que estaba muriéndome de miedo por dentro.

La semana anterior había dicho que iba a invitarme al cine pero guardaba cierto esperanzas de que aquello fuera mentira y que mis ilusiones con él no se elevaran. Por fortuna me equivoqué.

"¿Ya estás llegando?"

A pesar de estar listo aún estaba aterrado que no sabía si ir o dejarlo plantado. Estaba bastante seguro que mi inseguridad no dejaría que fuera.

"Sí."

Me moví de un lado a otro pensando si enviar el mensaje o no. Si no lo hacía iba a dejar que Noah estuviera sólo en el centro comercial, si lo hacía tenía que ir por más que no debiera. Por que mis ganas de querer ir eran inmensa.

Envíe el mensaje y seguido de eso salí de mi casa junto con el dinero para pagar el costo del bus.

La parada de buses se encontraba algo cerca y el centro comercial también por lo que llegar no me tomaría tanto tiempo.

"Llegaré en diez."

Al subir al bus me senté en el primer asiento mientras dejaba que mi nerviosismo desaparecía mirando el color de los ojos de las personas.

Era un extraño fetiche que me había acostumbrado a hacer desde muy pequeño.

No era algo normal pero a mí me gustaba hacerlo, además lograba tranquilizarme.

Mi teléfono vibró dentro de mis bolsillo y al instante lo miré.

Noah me había enviado una foto de su cara con una expresión graciosa. Me reí bastante para responder.

"¿Acaso no puedes esperarme un momento?"

No tardó ni un minuto en contestar.

"No."

Guardé el teléfono y seguido de ese bajé del bus. Ya estaba en la entrada del centro comercial pero una nueva duda había aparecido por mi mente.

《¿A qué está jugando Noah.》

La vida del chico se veía bastante bien. Tenía una novia que era bastante guapa, un grupo de amigos geniales y su vida parecía perfecta.

No había ninguna razón para que me invitara al cine.

—Creí que debía esperarte mejor afuera.

Escuchar su voz me asustó tanto que retrocedí para golpearme con algo y caer.

—¿Estás bien?

Noah se agachó y sujetó mi pierna con una de sus manos mientras que con la otra tocaba mi brazo.

En esos segundo mi cuerpo no sintió ningún dolor, pero mi mente estaba explotando al malinterpretar todo aquello.

Miré las manos de Noah tocar mi cuerpo que las seguí para terminar mirando su rostro. Sus labios se veían bastante rojos y sus ojos no paraban de mirarme fijamente.

Dentro de sus ojos pude distinguir que estos no era de un color café oscuro como creía. Había algo de claridad en ellos que no hicieron más que alegrarme.

—¿Vas a quedarte mirándome todo el día o deseas ir al cine?

Dejé de mirarlo apenado y simplemente me levanté.

Estancado en tu mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora