Capítulo 17.

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MIÉRCOLES, MAYO 17, 2017.

Desde que descubrí mi homosexualidad mi mentalidad había cambiado completamente.

En un principio me interesaban las niñas de mi edad pero con el pasar del tiempo la atracción que sentía hacia los hombres aumentaba cada vez más.

No me di cuenta lo que realmente sentía por dentro hasta empezar mi primer año de colegio.

La etapa de la escuela había terminado y al entrar en un colegio donde los chicos eran demasiados guapos no tuve duda de porque se trataba.

Al principio me fue bastante costoso aceptarme al no tener idea de por qué me sucedía eso a mí.

Creí que quizá estaba pagando por algún error que había cometido en mi vida pasada.

Estuve durante un par de años seguros de eso, pero esa etapa de aceptación duro hasta que conocí a Steve.

El chico era, al principio, igual que yo. A nadie le interesaba su amistad pero tampoco la persona más lista que podía existir.

En esa época las únicas personas con las que solía ser era con todo el grupo de Dakota —que había cambiado constantemente por tres años—  y a veces con mi hermano mayor.

Steve estaba a punto de perder el año y en ese entonces los profesores no nos odiaban tanto como  en el presente año. Una profesora me explicó que podía ganar un par de puntos extras si era tutor en un par de materias de un chico.

En un principio estaba seguro de que iba a decir que no. La idea de estar junto a chicos me ponía nervioso, incluso los amigos de mi hermano provocaban ese efecto en mí.

Decidí aceptar porque la idea de tener puntos extras iba a ayudarme en un futuro en mi universidad.

Desde que entré al colegio tuve en mente eso. Me enfoque en mis estudios haciendo casi ningún amigo en el proceso.

Steve al principio me incomodaba más de lo que esperaba. Era un chico con lentes tan flaco como yo que no paraba de hacer chistes.

Con el tiempo dejó de disgustarme y empezó a agradarme.

Durante esos meses fui casi todos los días a la casa de Steve para ayudarlo con sus tareas y enseñarle todo lo que no entendía.

En esos días no parabamos de jugar en el Play Station que tenía en su casa.

Nuestra amistad creció y cuando logró pasar de año tuvimos un momento bastante especial.

Me abrazó tan fuerte que de un momento a otro me enamoré de él.

Quería alejarme pero, por suerte, Steve no lo permitió.

Conforme pasó el tiempo entendí que el chico no tenía el mínimo interés en mí. Cuando consiguió una novia rompió mi corazón en dos partes pero también hizo que entendiera un par de cosas.

1. No todos los chicos le gustaban otros chicos.
2. No podía ilusionarme con cualquiera.
3. Entre más lindo era el chico con quien tenía una amistad era más probable enamorarme.

Esas fueron sólo las primeras cosas que aprendí al enamorarme de Steve.

Y al besarme con uno de los amigos de mi hermano.

Con el tiempo ambos subimos escalón por escalón hasta convertirnos en uno de los más populares de nuestra generación.

Yo entendí que era preferible besar a las chicas si quería aparentar mi homosexualidad.

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