Capítulo 49.

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Durante las fiestas, mi hermano y yo pasamos juntos. Mis padres no estuvieron de acuerdo en mi plan, sin embargo, no dejé que me detuvieran. Desde que mi hermano había salido de casa, ninguna festividad había sido tan alegre o menos incomoda.

Mis cumpleaños no apestaban tanto, ya que a pesar de tener que pasar en mi casa junto a mis padres, en la noche podía salir con mis amigos. Mi cumpleaños sería en un par de meses y a pesar de eso, no estaba seguro de que este sería igual al resto.

Marcus vivía temporalmente en una casa en la playa junto con un amigo, por lo que era mi mejor opción para librarme de todos sin que me encontraran.

Para navidad, tuvimos una pequeña reunión con un par de amigos nuevos del chico. Era divertido pasar tiempo con mi hermano de vez en cuando. Desde su partida, eran muy pocas las veces en las que podíamos vernos y aprovechar cada momento con él era agradable. Noah me había preguntado a donde había ido, pero no le respondí. Tampoco cuando me deseo una feliz navidad.

Debía volver a clases para el 2 de enero, así que no podía quedarme tanto tiempo con mi hermano. Para año nuevo, pasé en una fiesta en la playa.

El lugar estaba repleto, pero a ninguno de nosotros nos importó. Baile, pero no tomé nada o me drogué con ninguna cosa. Lo último que quería era darles señales a Marcus para que empezara a preocuparse por mí.

Cuando la gente gritó y empezaron a abrazarse por el nuevo año 2018, yo me quedé mirando hacia el mar. Estaba ahí para intentar solucionar y arreglar mis problemas, pero no podía.

Mi mente me llevaba a las mismas absurdas conclusiones.

No fue hasta que Noah me llamó minutos después de comenzar el año.

—Feliz año, Carven.

—Feliz año, Noah.

Tuve que alejarme del ruido de la música y de la playa para poder escuchar lo que iba a decir. No estaba de acuerdo si terminaríamos en una pelea o no. Lo único de lo que estaba consciente es que la brisa del mar podía calmarme.

—¿Cómo has estado?

—Bien. ¿Tú? ¿Estás con tu familia? —pregunté a Noah.

No se escuchaba el ruido de fondo de música, o de alguna especie de fiesta por lo que podía suponer que estaba en su casa.

—No. Mis padres y mi hermano salieron para festejar con el resto. Yo no podía hacerlo sin ti, la verdad.

—¿Un par de frases y crees que podré perdonarte? —solté.

Durante unos momentos ambos nos quedamos en silencio.

—Perdón —dijimos ambos a la misma vez.

—Déjame hablar primero, Ca. Sé que te suelo dejar plantado muchas veces, y luego no intento disculparme por mis errores. Sé que fue injusto lo que te dije, ambos estamos en el clóset y a ambos nos aterra salir, lo sé, solo que todo comienza a ser un caos y no quiero eso. Quiero besarte frente a todos sin importar lo que digan, quiero agarrar tu mano cada vez que salimos y abrazarte con fuerza cuando nos despidamos. Sé que muchas veces la cago, y lo lamento.

Me senté en la vereda mientras miraba a la playa.

—Te amo, Noah. Yo tampoco soy muy justo contigo. Después de todo lo que hemos pasado, y lo mucho que me ayudas cada vez que te necesito. Simplemente me gustaría dejar de tener miedo.

—Te amo, Carven.

El ruido de las olas chocando con la arena me relajaba lo suficiente para olvidar cualquier problema que tuviera con Noah.

Estancado en tu mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora