Te has decidido. El Consejo al completo te acompaña hacia fuera del palacio y te lleva a la plaza de la ciudad, donde tendrá lugar tu decisión final, donde se decidirá el destino de Ascensión.
Todo el pueblo ha salido para verte en acción, en todo momento te encuentras rodeada por ellos. Lentamente, avanzas hacia el centro del lugar, marcado por una alta escultura de metal con una forma extremadamente similar a la de La Libertad en el famoso cuadro de Eugène Delacroix.
-¡Traed a Francis!- exclamas haciéndote oír por encima del murmullo.
Unos guardias se abren paso entre la población, llevando a duras penas a un hombre corpulento de pelo oscuro. Te sorprende que tratándose de un preso el acusado tenga un aspecto tan bien cuidado: viste un traje militar de gala azul oscuro con adornos en oro, unos guantes blancos impolutos y unos zapatos magníficamente cuidados.
Los guardias se sitúan enfrente de la estatua, sujetando a Francis uno por cada brazo, les ordenas que lo arrodillen y le miras a los ojos, llena de furia.
Te diriges a uno de los guardias con total parsimonia y con un rápido movimiento le arrebatas el arma que tenía: una espada ropera y la pegas al rostro horrorizado de Francis.
El público palidece al completo, aquello era totalmente inesperado, no te creían capaz de algo así... algo tan contrario a sus creencias.
-Tú me amenazaste, Francis. Juraste acabar conmigo y fuiste encerrado por ello, ahora has escapado de prisión.
La ciudad entera está a la espera de tu siguiente movimiento. Le diriges al anterior monarca una mirada aún más dura.
-Por desgracia para ti, esta vez será muy diferente. Yo, Carrie Gardner, reina de Ascensión, en vista de tus amenazas y los ataques hacia mi persona, te condeno a muerte.
Los oyentes se quedaron mudos de la impresión, algunos entendían tu postura, aquella era tu defensa ante el ataque de Francis; pero con otros no tendrías tanta suerte: ningún monarca anterior había hecho algo así, era demasiado.
Ascensión al completo queda ahora dividida, las diferencias entre ambos bandos es más grande que nunca, quizás incluso demasiado grande como para solucionarlas...
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Ha pasado un tiempo desde que decidiste condenar a Francis. Desde entonces todo ha ido de mal en peor.
Las dos vertientes ideológicas de la ciudad no tardaron en radicalizarse, ahora cada una de ellas más unidas que nunca. El problema se simplificó hasta el máximo, solo había dos posibilidades: o estabas a favor de la reina, o contra ella.
Decidiste guiar al pueblo bajo la fuerza, pero cada acción tiene su reacción. Te mantuviste intocable, pero olvidaste lo más importante: el rey se debe a su pueblo, no al revés; el monarca necesita a su gente, pero la gente no necesita a su monarca.
El pueblo de Ascensión te necesitaba, creía en ti... pero al final, solo pudiste convencer a unos pocos. Ya era demasiado tarde para arreglarlo, la guerra estaba a punto de estallar.
Comenzó entonces una pesadilla que te absorberá hasta el final de tus días; un huracán de dolor que te arrastra continuamente. Una y otra vez...
-FIN-
Este es tu final, incapaz de haber evitado la guerra, Carrie se verá envuelta en ella para siempre. No será capaz de indagar más en sus sueños, ni salir de ese mundo de pesadilla...
En cuanto al pueblo de Ascensión, las dos vertientes no llegaron a conciliarse, sus esperanzas se perdieron por el camino, ¿quién sabe lo que le deparará ahora el futuro?
Si no te ha gustado este camino, o el final te ha sabido a poco, prueba a volver a empezar y tomar decisiones distintas, ¿quién sabe lo que puedes lograr? ¡Buena suerte!
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Maldición Onírica -Elige tu propia aventura-
FantasySe dice que los sueños muestran nuestras preocupaciones más íntimas. Cuenta una leyenda que grandes preocupaciones conducen a un mundo de los sueños del que es muy difícil despertar, tanto, que hay quien incluso afirma que es posible quedarse atrapa...