-No voy a hacerlo, lo siento.
-¿Cómo dices?
Carrie anciana parece sorprendida, pero en el fondo, detectas en su voz que ella ya esperaba esa respuesta. Después de todo, pese a lo que pueda pasarse a su gente, quizás le alivia darse cuenta de que no ha tenido que condenar a nadie más. Su pueblo puede que ya no tenga salvación, pero tú en cambio... si no tiene que arrastrarte a todo aquello, en cierto modo, mejor. No más pesos con los que cargar. Aún así, sabes que está bastante triste y disgustada, eras su última opción, y te ves incapaz de ayudarla...
-No voy a hacerlo... porque no puedo- contestas. -Soy consciente de mis limitaciones. El poder que necesito para cambiar todo esto es demasiado. Quién sabe lo que podría sucederme a mí solo con intentarlo... He de salir de aquí, salvar a la gente que esté como yo y volver con mis seres queridos. Si me quedo por el camino, no podría perdonármelo.
-¿Vas a irte?- te pregunta.
-No. No podría hacerlo- respondes con resignación. -No voy a abandonar a los necesitados. Me quedaré un tiempo por aquí, haré lo que haga falta, cambiaré pequeñas cosas, lo necesario para que tu pueblo pueda volver a la superficie. Pero en algún momento tendré que emprender mi marcha.
Carrie anciana asiente, te mira con dulzura con esos ojos tristes y cansados. Con tus ojos tristes y cansados.
-Esperemos que sea poco tiempo...
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Te despiertas otro día más en el búnker, en tu cama roñosa y envejecida. Sin tiempo que perder, te diriges a tu zona de trabajo, lenta y pausadamente.
Por fin llegas y te sientas en la silla, desde donde puedes mirar todas las cámaras de vigilancia. Cada vez hay menos, igual que hay menos lugares habitables en el búnker, pero está bien, no pasa nada, desde hace tiempo la gente parece mejor que nunca. Eso es todo lo que importa.
Miras una foto del escritorio. Eres tú, Carrie Gardner, con otra versión de ti misma, felices, trabajando por ayudar a todos. Sonríes melancólicamente. Cómo la echas de menos...
Te das la vuelta y miras a un espejo. Ves tu rostro surcado de arrugas, es increíble lo rápido que puede llegar a pasar el tiempo allí abajo.
Suena una sirena en todo el búnker. Vuelves a las cámaras, la gente comienza a reunirse en una sola sala. Miras la pantalla y lees la palabra "escotilla". Por fin van a abrirla, piensas, por fin van a salir al exterior. Están a salvo gracias a ti, a vosotras...
El tiempo pasa, la gente ya ha salido, solo quedas tú en todo el búnker. Es el momento que has estado esperando, por fin vas a poder retomar tu misión, salir de ahí, volver a donde deberías estar. Pero estás tan cansada... ya no sabes si eres capaz...
Te levantas del asiento, con parsimonia. Agarras a tu viejo amigo el bastón, y con paso delicado y frágil, te diriges a aquel sofá desvencijado por el tiempo y, con delicadeza, te echas sobre él...
-FIN-
Este es tu final. El tiempo puede con todo...
Si no te ha gustado este camino, o el final te ha sabido a poco, prueba a volver a empezar y tomar decisiones distintas, ¿quién sabe lo que puedes lograr? ¡Buena suerte!
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Maldición Onírica -Elige tu propia aventura-
FantasySe dice que los sueños muestran nuestras preocupaciones más íntimas. Cuenta una leyenda que grandes preocupaciones conducen a un mundo de los sueños del que es muy difícil despertar, tanto, que hay quien incluso afirma que es posible quedarse atrapa...