Maldición Onírica -Elige tu propia aventura-

Inmensidad [3]

No sabes cuanto tiempo llevas ya cayendo y elevándote, con música de fondo y ninguna preocupación, tranquilita en tu cámara re relajación metafísica y abstracta.

Conforme el tiempo ha ido pasando, te sientes cada vez más alejada de todas las dudas y cuestiones que habías estado planteándote con tu subconsciente. Y sin embargo, una parte de ti aún le está dando algunas vueltas, aunque sea un poco...

-Puedes volver a aparecer- dices. -Ya sé que estás por ahí.

Notas como el peso que había desaparecido, vuelve de golpe. Pero esta vez no comienzas a descender ni se para la música. Ahora te da igual.

-¿Se puede saber a qué has vuelto? ¿No ves que no te necesito?

-¿Y entonces por qué me llamas?- tu subconsciente suena indignada.

-Vamos a ver, ¿no ves lo tranquila que estoy aquí? ¡¿Por qué iba a llamarte?! Si eso es todo lo que tienes que decirme, ya puedes ir marchándote.

-Carrie, tú me has llamado. Si no quisieras escucharme, no me estarías haciendo caso. No estaría aquí.

-¿Por qué?

-¿Cómo que por qué? ¡Si no quieres escucharme, simplemente me ignorarías!

-No- respondes. -Me refiero. ¿Por qué querría escucharte? Ya sé todo lo que tengo que hacer. soy plenamente consciente y, aunque no lo parezca, estoy preparada para cualquier cosa. ¿Puedes dejarme en paz?

-¿Entonces por qué sigues aquí? Si quisieras irte ya lo habrías hecho.

-No. Te equivocas. Estoy preparada para avanzar, pero no quiero irme, no de momento. Prefiero quedarme un ratito más aquí, sin preocupaciones, antes de avanzar a Dios sabe qué. ¿Puedes dejarme decidir cuándo hacer las cosas? ¿O eso también te molesta?

-Pero Carrie, ¿y si nunca te decides a salir? ¿Y si estás tan cómoda aquí que olvidas que es todo falso, que puedes estar mejor?

-No va a pasar eso.

-¿Cómo puedes estar tan segura?

-Porque lo sé. Déjame hacer las cosas a mi manera. Por favor.

Notas como tu "yo" inconsciente sigue ahí, pero simplemente, ya no le escuchas hablar, ya no es claro, es más que nada, una pequeña preocupación, una sola ola en medio e un mar tranquilo y en calma.

-Y ahora, márchate- le ordenas. -Hasta luego.

Notas como el peso desaparece, vuelves a tu tranquilidad, a tu masaje de energía, tu calma antes de la tormenta, se está tan cómodo...

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El tiempo pasa y pasa. No sabes cuanto ha transcurrido ya desde que llegaste a ese lugar, tampoco importa. El tiempo dejó de ser relevante hace mucho.

Sigues relajada, sin preocupaciones, pero ya cada vez estás más agotada de aquello. Es siempre igual, siempre lo mismo. Las cosas de las que hablaste contigo misma hace tanto tiempo están empezando a quedarse anticuadas dentro de tu cabeza. Quizás... quizás es el momento de salir, de demostrar que estabas preparada para todo. O quizás un rato más tarde, total, tenías todo el tiempo del mundo, si ahora estabas preparada, en cualquier tiempo futuro también, no hay prisa, no hay ningún motivo por el que no puedas estar un rato más así de tranquila, al fin y al cabo, te lo mereces, ¿verdad?

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Estoy preparada. Avanza a Inmensidad [4]

Un rato más no hará daño. Avanza a Inmensidad [5]

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