Ya puede estar destruyéndose el mundo, que nada de eso te va a importar. Tú simplemente quieres un momento para rememorar a tu compañera. Un solo momento y ya podrás continuar. Si te lo concede quien quiera que mande en ese mundo, bien, y si no, pues nada. No te importan las consecuencias. No aquí y no ahora.
El mundo comienza a cambiar otra vez más. Por un momento tienes la esperanza de que eso signifique que, de alguna manera, te han comprendido, que todo va a salir bien, y que en poco tiempo podrás volver a continuar con tu travesía. Por desgracia para ti, no parece que sea así. al contrario, dirías que todo se está convirtiendo en un paraje aún más hostil.
Empiezas a oír crujidos por todas partes: no solo del retumbar de los truenos de la tormenta que se avecina, ni del vendaval de aire que se está formando, si no también del propio suelo: claramente oyes como la roca y la tierra se están resquebrajando a gran velocidad. Es posible que, literalmente, se esté destruyendo el mundo.
Piensas en tu amiga una vez más. Si el mundo se destruye, no hay nada que hacer. Su sacrificio, ¿habrá sido en vano? No. No puedes permitirlo. Simplemente es algo que tampoco vas a permitir que suceda.
Quieres tiempo para poder asimilar todo lo que te ha ocurrido. Tiempo para poder avanzar. ¡Maldita sea! No es tan malo pedir eso. Simplemente quieres estar en condiciones para estar a la altura. No quieres fallarle a la memoria de tu compañera. Eso jamás te lo perdonarías...
La tierra empieza a separarse. Por todo el suelo empiezan a aparecer gritas enormes que, según parece, van a parar al mismísimo vacío. Pero no estás preocupada, sabes perfectamente lo que vas a hacer. Y sabes que va a funcionar, no admites otra posibilidad.
La lluvia comienza a caer torrencialmente, la tierra comienza a desprenderse más fácilmente. Ves como la grieta más cercana a ti comienza a crecer a gran velocidad, hacia ti. Estás deseando que venga.
Un momento más tarde, ya no hay nada que hacer, el suelo a tu alrededor ha ido cediendo tanto que ya no tienes a dónde ir. Sin previo aviso, la tierra a tus pies comienza a ceder y, en tan solo unos segundos, te encuentras suspendida en el vacío.
"No está perdido" piensas. "Aún puedes cambiar el sueño". Ya has visto con anterioridad cómo es posible, simplemente necesitas la fuerza y poder para conseguirlo.
Vuelves a recordar a tu amiga. Pero ahora no te centras en su despedida o los últimos momentos que pasaste con ella. No. Ahora te centras en los buenos recuerdos que tienes, las situaciones que pasasteis juntas y lo mucho que aprendisteis la una de la otra.
El sueño en el que estabas se ha destruido pero, como ya dijiste, eso no te va a impedir tomarte el tiempo que necesitas para estar bien. Te concentras en lograr eso, un lugar para estar tranquila. ¿Suena bien, verdad? Te hace sentir bien. Cómoda. Relajada...
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Es hora de tomarse un tiempo. Avanza a Inmensidad [1]
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Maldición Onírica -Elige tu propia aventura-
FantasíaSe dice que los sueños muestran nuestras preocupaciones más íntimas. Cuenta una leyenda que grandes preocupaciones conducen a un mundo de los sueños del que es muy difícil despertar, tanto, que hay quien incluso afirma que es posible quedarse atrapa...